Las fuerzas de ocupación israelíes han lanzado una implacable campaña militar en toda Cisjordania, sometiendo los campamentos de refugiados palestinos a una destrucción generalizada, asedio y desplazamiento continuo.
Further Israeli military reinforcements break into the city of Tulkarm and its refugee camps, as the Israeli offensive in the area continues for the 19th day in a row. pic.twitter.com/3nuEkvvX3Q
— Quds News Network (@QudsNen) February 14, 2025
Durante la última semana, las fuerzas de ocupación intensificaron sus ataques, en particular en las ciudades de Nablus y Yenín. Por el contrario, la resistencia palestina anunció su enfrentamiento con la ocupación, atacando a sus fuerzas en el campamento de Askar, al este de Nablus. Al mismo tiempo, la resistencia anunció que había llevado a cabo una emboscada contra una fuerza de infantería de ocupación en el campamento de Tulkarem.
La situación en Yenín se ha agravado aún más: un dron israelí atacó el campamento y mató a 25 palestinos hasta el momento, según el comité de prensa del campamento. El comité también informó del desplazamiento de 20.000 palestinos debido al asalto en curso, que ha dejado cientos de casas e instalaciones total o parcialmente destruidas.
Asedio, arrestos y crisis humanitaria
La agresión israelí también se ha extendido a otros campamentos de Cisjordania, incluidos Tulkarem, Nur Shams y Fara’a, donde las fuerzas de ocupación han impuesto un asedio paralizante, llevado a cabo redadas y arrestado a docenas de palestinos. Estas acciones han provocado el desplazamiento forzado de aproximadamente 40.000 personas, según el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA).
Instalaciones de la UNRWA profanadas
Para agravar la crisis humanitaria, las fuerzas de ocupación israelíes también han hecho caso omiso de la santidad de las instalaciones de las Naciones Unidas. La UNRWA reveló que el 12 de febrero, las tropas israelíes irrumpieron y utilizaron uno de sus centros de salud en el campamento de Al-Arrub, cerca de Belén, como lugar de detención, en una flagrante violación del derecho internacional.
Cambios demográficos y presencia militar permanente
El incesante ataque israelí a los campamentos de refugiados de Cisjordania parece ser parte de una estrategia más amplia para reforzar el control sobre la región. Según se informa, las fuerzas de ocupación han estado estudiando el establecimiento de emplazamientos militares permanentes en el campo de Yenín, una medida que refleja una preocupante tendencia a alterar la geografía y la demografía de estas comunidades palestinas.
Source: Agencias (traducido por el sitio de Al Manar en español)