Sudáfrica ha señalado que no cederá a la presión de Washington después de que el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, anunciara que boicotearía la próxima cumbre del G20 en Johannesburgo.
Horas después del anuncio de Rubio, el Ministro de Asuntos Exteriores de Sudáfrica, Ronald Lamola, reafirmó el jueves la postura independiente del país en asuntos globales.
“Somos un país soberano y democrático comprometido con la dignidad humana, la igualdad y los derechos, que defiende el no racismo y el no sexismo y coloca nuestra constitución y el estado de derecho en primer plano”, dijo Lamola.
“Nuestra presidencia del G20 no se limita solo al cambio climático, sino también al tratamiento equitativo para las naciones del Sur Global, asegurando un sistema global igualitario para todos”, enfatizó el principal diplomático sudafricano.
Rubio anunció que no asistirá a la cumbre del G-20 en Sudáfrica programada para el 20 y 21 de febrero, acusando al país anfitrión de seguir una agenda “antiamericana”.
En una publicación en X, Rubio dijo: “NO asistiré a la cumbre del G20 en Johannesburgo. Sudáfrica está haciendo cosas muy malas. Expropiando propiedad privada. Usando el G20 para promover “solidaridad, igualdad y sostenibilidad”. En otras palabras: DEI (diversidad, equidad e inclusión) y cambio climático. Mi trabajo es promover los intereses nacionales de EEUU, no malgastar el dinero de los contribuyentes o fomentar el antiamericanismo”.
Si bien los comentarios de Rubio se centraron en la reforma agraria, la realidad es que las relaciones entre EEUU y Sudáfrica se han ido deteriorando durante años debido a la política exterior cada vez más independiente de Pretoria.
Un desafío en curso sobre los derechos a la tierra en Sudáfrica ha atraído la atención internacional después de que el presidente estadounidense Donald Trump anunciara una suspensión de la ayuda al país, a la luz de un nuevo proyecto de ley firmado por el presidente sudafricano.
Sudáfrica ha amenazado con cortar el suministro de minerales a EEUU en medio de los recortes de la ayuda estadounidense.
Rubio apenas pudo ocultar que los desacuerdos ideológicos y políticos con Pretoria impulsaron su decisión. La medida, considerada por muchos como una declaración política, pone de relieve las crecientes tensiones entre Pretoria y Washington, en particular por las alineaciones de la política exterior de Sudáfrica y su postura sobre “Israel”.
Sudáfrica se ha convertido en uno de los principales críticos de “Israel”, y ha llevado a Tel Aviv ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por el genocidio en la asediada Franja de Gaza.
Esta medida fue vista como un desafío directo a la política exterior estadounidense, dado el firme apoyo de Washington a “Israel”.
Sudáfrica también mantiene estrechos vínculos con Irán, Rusia y China, tres de los mayores adversarios geopolíticos de Washington.
La decisión de Sudáfrica de participar en ejercicios navales con Rusia y China el año pasado hizo sonar las alarmas en EEUU.
Source: Press TV