En un intento de “anticipar” la situación, el Chatham House Institute ofrece un informe en el que reconoce que las capacidades del grupo terrorista takfiri Hayat Tahrir al-Sham son “insuficientes” para “derrocar” al gobierno sirio, sobre todo porque ahora posee un número “limitado” de fuerzas.
Si bien el ataque podría convertirse potencialmente en el comienzo de “una nueva fase prolongada de la guerra civil siria”, considera que al recibir asistencia de Irán y Rusia, “Assad puede reforzar sus fuerzas y reparar la línea del frente con el grupo terrorista Hayat Tahrir al-Sham. El informe descarta la posibilidad de un “golpe de Estado” contra el gobierno de Assad, dado que este último es “inmune a los golpes de Estado”.
Si bien algunos adoptan teorías de que Rusia e Irán pueden estar tratando de “reemplazar al presidente sirio”, muchos rechazan el punto de vista y consideran que el aislamiento de Assad está lejos de la realidad. Por el contrario, Rusia e Irán tomarán medidas para evitar el “colapso del régimen” y ganar tiempo para una futura contraofensiva contra el HTS.
Según la misma fuente, si bien Ankara probablemente esté satisfecha con los acontecimientos recientes, también teme que cuanto más territorio controle HTS, más “independiente” se volverá el líder del grupo terrorista, Al-Yulani -sobre el que pesa una recompensa de 10 millones de dólares del gobierno de EEUU por su captura-, lo que hará más difícil presionarlo para que acepte un alto el fuego y otras demandas. Además, la diversidad demográfica de Alepo en particular planteará un gran desafío para gobernar la zona, especialmente debido a la amenaza que supone el HTS para las minorías allí.
Source: Al Akhbar