Aunque Corea del Sur había descartado previamente la posibilidad de que se concluyera un acuerdo conjunto de defensa entre Rusia y Corea del Norte, específicamente relacionado con que la primera parte proporcione la asistencia necesaria a la segunda parte en situaciones de emergencia, los temores de Seúl probablemente se han convertido en hechos, tras la firma del “Acuerdo de Asociación Estratégica Integral” entre Moscú y Pyongyang, que incluye un “compromiso de defensa” de proporcionar “asistencia mutua” en caso de que cualquiera de los dos países sea atacado, lo que hizo que algunos observadores occidentales calificaran el citado acuerdo como el “más fuerte” entre los dos países desde la época de la Unión Soviética.
Después de que los medios rusos publicaran algunos de sus detalles, el líder norcoreano Kim Jong-un confirmó, en una entrevista con periodistas, que tras firmar el nuevo acuerdo, Corea del Norte responderá “sin dudarlo” a los “incidentes o guerras” que afronte su país o Rusia, mientras que Putin consideró la “nueva asociación” como un “gran avance” que permitirá a los dos países elevar sus relaciones a un nuevo nivel. Añadió: “Rusia y Corea del Norte siguen una política exterior independiente y no aceptan el lenguaje del chantaje y los dictados”, describiendo el acuerdo como “un documento revolucionario real” y señalando también que “la Federación Rusa no descarta la posibilidad de que se realice una cooperación técnico-militar con la República Popular Democrática de Corea en el marco del tratado firmado.”
Rusia ha señalado que el acuerdo no es de naturaleza “confrontacional” ni está dirigido contra ningún otro país, sino que es defensivo y tiene como objetivo mantener una mayor estabilidad en la región del noreste de Asia. Sin embargo, las declaraciones rusas no impidieron que varios observadores occidentales se preguntaran sobre las posibles repercusiones del reciente tratado sobre la guerra de Ucrania, especialmente en lo que respecta a las condiciones que podrían llevar a Corea del Norte a intervenir en esa guerra, concretamente si las zonas que se han adherido a Rusia quedan expuestas a ataques ucranianos en el futuro.
Tanto Putin como Kim iniciaron su encuentro con una serie de declaraciones que medios occidentales calificaron de “ardientes”, que reflejaban los niveles “sin precedentes” que han alcanzado las relaciones entre ambos países en el último periodo, en medio del apoyo “pleno” de Corea del Norte a Rusia, especialmente en lo que respecta a su operación militar en Ucrania. Kim le dijo a su homólogo ruso antes de que se celebrara la cumbre entre ambos: “Quiero reafirmar que apoyaremos, incondicional e decididamente, todas las políticas de Rusia”, señalando que Corea del Norte “expresa su total apoyo y solidaridad con Rusia, su gobierno, ejército y pueblo en la operación militar en Ucrania, para proteger la soberanía, los intereses de seguridad y la integridad territorial de Rusia”.
El Kremlin, por su parte, confirmó, antes de la visita, que los acuerdos que se firmarían eran resultado de “los profundos acontecimientos que el mundo está presenciando”, Kim, a su vez, confirmó antes de dirigirse con Putin al Palacio de Kumsusan que “los cada vez más complejos problemas de seguridad en todo el mundo exigen un diálogo estratégico más fuerte con Rusia”, considerando también que la “ardiente amistad” entre Moscú y Pyongyang se ha vuelto ahora “más fuerte que durante la era soviética”.
Al comenzar las conversaciones, Putin agradeció a Kim por el apoyo de Corea del Norte a Rusia en la guerra de Ucrania y en lo que describió como “la batalla contra las políticas hegemónicas imperialistas” practicadas por Washington y sus aliados contra la Federación Rusa. También fue digna de mención la enorme recepción que recibió Putin, a la que asistieron decenas de miles de personas que vestían camisetas con los colores de las banderas rusa y norcoreana, mientras grandes multitudes se alineaban en las calles para saludar a la caravana de Putin gritando consignas y agitando flores y banderas de Corea del Norte y Rusia en medio de la difusión de imágenes del presidente ruso en las calles de la capital norcoreana. Actualmente, la atención se centra en la próxima reunión entre los dos líderes, después de que Putin invitara a Kim a visitar Moscú próximamente.
Source: Al Akhbar