El 3 de noviembre, el Ejército sirio lanzó dos misiles balísticos tácticos OTR-21 Tochka en la región noroccidental del Gran Idleb, que está parcialmente ocupada por Hayat Tahrir al-Sham (HTS, ex Frente al-Nusra), afiliado a Al-Qaida, y varios otros grupos terroristas.
Los misiles impactaron en las afueras occidentales de la ciudad de Idleb, donde se sabe que se encuentran varios cuarteles generales, depósitos de municiones y campos de entrenamiento del HTS.
El Tochka de fabricación rusa tiene un alcance de entre 70 y 185 kilómetros, según la variante. Es bien conocido por su alta precisión. Los misiles utilizados en el ataque a las afueras occidentales de la ciudad de Idleb estaban armados con una ojiva de alto explosivo. Esta variante generalmente se usa para apuntar a concentraciones de efectivos y equipo.
El ataque con misiles probablemente fue una respuesta a un ataque que tuvo como objetivo a las tropas del Ejército sirio en el campo occidental de Alepo un día antes.
Militantes respaldados por Turquía y aliados del HTS atacaron un vehículo militar cerca de la ciudad de Al-Sheij Aqil con un misil guiado antitanque, matando o hiriendo a varios soldados. El ataque fue una flagrante violación del alto el fuego en el Gran Idleb, que fue negociado por Rusia y Turquía hace más de dos años.
Las Fuerzas Aeroespaciales Rusas podrían ofrecer una respuesta más dura al ataque en los próximos días, si no horas. Los aviones de combate rusos ya han llevado a cabo una serie de ataques aéreos simulados en el campo norte y oeste de la gobernación de Alepo.
Es probable que el Ejército sirio y sus aliados continúen respondiendo con fuerza a cualquier violación del alto el fuego en el Gran Idleb para mantener disuadido al HTS.
Source: southfront.org