Arabia Saudí obligó al ex presidente yemení Abed Rabbo Mansur Hadi a entregar su autoridad autoproclamada a un organismo recién establecido después de que mantuviera una reunión privada con el asesor de seguridad nacional de EEUU, Jake Sullivan, según reveló un nuevo informe.
Rai al-Youm, un sitio web digital de noticias y opinión en árabe, citó a una fuente yemení informada que dijo que el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman (MBS), estaba horrorizado con la reunión privada de Hadi con Sullivan, que tuvo lugar durante la reciente visita de este último a Riad sin la asistencia de ningún funcionario saudí.
La fuente agregó que MBS “expresó su indignación” expulsando de su cargo a Hadi, quien durante mucho tiempo ha sido visto como leal a los gobernantes del reino.
Según el informe, los dos hijos de Hadi, Nasser y Yalal, han sido puestos bajo arresto domiciliario por acumular una enorme riqueza y se desconoce su paradero.
El 7 de abril, Hadi anunció que había delegado sus poderes a un “consejo presidencial” y destituyó al vicepresidente Ali Mohsen al-Ahmar de su cargo.
El Wall Street Journal del 17 de abril citó a funcionarios saudíes y yemeníes anónimos diciendo que Mohammed bin Salman le dio a Hadi un decreto por escrito, que transfería sus poderes al consejo.
Según el informe del WSJ, Hadi implementó la orden después de que algunos funcionarios saudíes amenazaran con revelar lo que dijeron que eran evidencias de su corrupción.
El informe dice además que los funcionarios saudíes han confinado a Hadi en su casa en Riad y le han negado el acceso a los teléfonos desde el día en que anunció su renuncia.
Hadi renunció por primera vez a la presidencia a principios de 2015 y huyó a Riad luego de un levantamiento popular liderado por el movimiento de resistencia Ansarulá. Más tarde, rescindió su renuncia después de llegar a Arabia Saudí, aparentemente bajo la presión de sus patrocinadores políticos saudíes.
Para reinstalar en el poder a Hadi, Arabia Saudí lanzó la sangrienta guerra contra Yemen en marzo de 2015 en asociación con sus aliados árabes y con el apoyo logístico y armamentístico de EEUU y otros estados occidentales.
El objetivo era restaurar el impopular régimen de Hadi y aplastar el movimiento Ansarulá, que ha estado dirigiendo los asuntos estatales en ausencia de un gobierno funcional en Yemen.
La coalición liderada por Arabia Saudí no logró sus objetivos a pesar de matar a cientos de miles de yemeníes y generar la peor crisis humanitaria del mundo.
La decisión de Hadi de entregar sus autoproclamados poderes se produjo días después de que entrara en vigor una frágil tregua de dos meses negociada por las Naciones Unidas.
Citando a fuentes dentro del popular movimiento de resistencia Ansarulá de Yemen, Rai al-Youm dijo que la extensión de la tregua de dos meses “parece ser difícil” debido a que la coalición liderada por Arabia Saudí no cumplió con la disposición más importante del acuerdo, que es el levantamiento del asedio impuesto al Aeropuerto de Sanaa, la capital de Yemen, y el puerto de Al Hudaidah.
Se suponía que el acuerdo negociado por la ONU proporcionaría una tregua en la guerra impuesta desde el exterior y un alivio para los yemeníes afectados por la guerra, pero la negativa de la coalición a cumplir con sus obligaciones ha complicado aún más la situación.
Source: Diversas