Los militares rusos pueden desplegar misiles balísticos intercontinentales submarinos en el Ártico.
También se eligió la zona propuesta para el despliegue de los misiles Skif: la parte noroeste de Rusia, en el Mar de Barents.
Hasta la fecha, ningún país del mundo tiene un misil balístico intercontinental de este tipo. Sin embargo, la singularidad de estas armas es que es imposible determinar la ubicación real de los misiles, ya sea por medio de satélites espaciales o de reconocimiento marítimo.
Aunque las áreas de despliegue de las armas nucleares de Rusia se pueden detectar con bastante precisión desde un satélite, el Skif carece de este inconveniente. Incluso si por alguna razón se conociera la ubicación de los misiles balísticos intercontinentales submarinos rusos, sería imposible destruirlos con un ataque preventivo, a una profundidad de varios cientos de metros y estando en silos de lanzamiento protegidos, que son simplemente inaccesibles para el enemigo, según el sitio web Avia-Pro.
El área elegida para desplegar el Skif es sísmicamente silenciosa y está bajo constante control militar ruso, por lo que es imposible de detectar por barcos especiales y submarinos.
Además, desde esta región, Rusia puede atacar casi en cualquier dirección, incluidos EEUU y Europa.
Cabe señalar que la información sobre el despliegue del Skif ruso ha aparecido en varias ocasiones, pero nunca se ha confirmado oficialmente.
Source: Avia Pro