Durante el año 2015, el Ejército sirio sufrió algunas pérdidas territoriales importantes a manos de los terroristas en la provincia de Idleb y de Latakia y el EI avanzó en el este de Siria y llegó a asediar la ciudad de Deir Ezzor. El problema fundamental era que el Ejército necesitaba personal para hacer frente a los diversos frentes abiertos dentro del país.
En septiembre, sin embargo, Rusia entró físicamente en el conflicto sirio suministrando apoyo aéreo y logístico al Ejército sirio.
La sofisticada Fuerza Aérea Rusa, tanto sus aviones como helicópteros, causaron estragos en las filas de los grupos terroristas y proporcionaron el apoyo que el Ejército sirio necesitaba para relanzar sus operaciones ofensivas en toda Siria.
En pocas semanas, el Ejército sirio entró en el sur de la provincia de Idleb, tomó varias montañas en el noreste de Latakia, levantó el asedio de 3 años al Aeropuerto Militar de Kuweires y tomó grandes partes de las Llanuras de Al Safira, al Este de la provincia de Alepo.
La marea cambia en Alepo y Latakia
En 2016, las batallas en Latakia y Alepo cambiaron de forma dramática y el Ejército sirio y sus aliados tomaron grandes partes de territorio en medio del colapso de las defensas de los grupos terroristas en varios frentes.
Los que fueran en su día impenetrables distritos en el Este de la ciudad de Alepo y las escarpadas montañas que dominan la frontera turca desde el noreste de Latakia cayeron rápidamente en manos del Ejército sirio y sus aliados.
Para mediados de diciembre, el Ejército sirio había recuperado el control del Este de Alepo, levantado el asedio de 3 años sobre las ciudades de Al Zahra y Nubbul y capturado prácticamente todo el noreste de Latakia.
Colapso de los terroristas en Damasco
Mientras todos los ojos estaban puestos en Alepo, muchos observadores de este conflicto ignoraron el rápido colapso de los terroristas en la provincia de Damasco.
Este colapso comenzó a principios de 2016 cuando el Ejército sirio comenzó dos ofensivas simultáneas contra Darayya, en la Guta Occidental, y la Guta Oriental, tomando varias localidades y colinas antes de la conclusión del invierno.
Al cabo de varios meses, el Ejército había aceptado la rendición de la mayoría de las ciudades de la Guta Occidental y tomando así el control de esta región agrícola de la provincia de Damasco. Entre estas ciudades estuvieron las de Darayya, Jan al Sheij y Muadhimiyah.
La Guta Oriental no colapsó totalmente como la Guta Occidental, pero el Ejército sirio fue capaz de tomar más de la mitad del territorio controlado por los terroristas, incluyendo varias importantes localidades.
Nuevo año y nuevas batallas
A pesar de algunos reveses a manos del EI a finales de 2016, especialmente en Palmira, el Ejército sirio entra en 2017 con una alta moral y una buena dosis de optimismo.
Un cese el fuego a nivel nacional ha congelado a los grupos rebeldes y liberado a miles de soldados sirios para luchar contra el Frente al Nusra y el EI, que son los dos grupos más poderosos que luchan contra el Ejército sirio. Su eliminación pondría fin a cualquier amenaza seria para el Ejército sirio.
En las próximas semanas, el Ejército sirio comenzará nuevas ofensivas en todo el país con el fin de capitalizar los éxitos logrados en 2016.
Source: Al Masdar News