El ex jefe de Estado Mayor israelí general Gadi Eisenkot fue entrevistado el sábado 23 de mayo por Israel Hayom, en el vigésimo aniversario de la retirada unilateral israelí del Líbano. Eisenkot dijo que Hezbolá había “logrado su objetivo estratégico”, que era expulsar a ‘Israel’ del Líbano mediante una guerra de guerrillas y una guerra de desgaste que derrotó al ‘ejército israelí’.
Eisenkot continuó explicando que Hezbolá había “explotado muy claramente en ese momento la debilidad orgánica del ejército israelí para contrarrestar una guerra de guerrillas inteligente y compleja, y llevó a cabo una serie de operaciones militares sofisticadas, que empantanaron al ejército israelí y le infligieron “un cierto número de muertes” y lo empujaron a abandonar el Líbano”. Eisenkot desmintió a aquellos que en “Israel” farolean y califican la retirada del Líbano de “paso en falso” y afirmó que “la larga estadía del ejército en el Líbano (1982-2000) fue un error estratégico y que le costó mucho a “Israel”, y señaló que compartía plenamente la opinión de ex primer ministro, Ehud Barak, sobre la necesidad de salir del Líbano.
Un poco más allá, el general Eisenkot indica que la intención principal de Barak era retirarse del sur del Líbano después de un acuerdo con los sirios y los libaneses, pero que la urgencia allí era limitar las pérdidas. En última instancia, presionó para poner fin a la presencia israelí en el sur del Líbano. “Además de esta retirada, Israel sufrió otro fracaso, el de dejar atrás una cantidad significativa de armas y municiones, algunas de las cuales eran muy sofisticadas, lo que causó una segunda derrota de Israel seis años después, durante el conflicto importante de 2006 contra Hezbolá”, un conflicto que debería haber llevado al desmantelamiento de la Resistencia, pero que, por el contrario, la convirtió en la fuerza que participó con éxito en el conflicto de Siria.
El análisis de Eizenkot es bastante lúcido, pero está algo empañado por el miedo del establecimiento militar israelí ante un futuro cada vez más incierto. La prensa israelí sospecha que, en caso de conflicto, Hezbolá tiene planes para la “ocupación” de “territorios israelíes” y habla de “pueblos del sur del Líbano” ocasionalmente convertidos en “bases militares”. Por lo tanto, “Israel” teme convertirse en la “parte ocupada”.
El ejército israelí teme un deterioro de la situación contra Hezbolá y ha reorganizado el espacio de combate con la proliferación de barreras y obstáculos y nuevas tecnologías, establecido unos criterios para el combate dentro del Comando Norte y realizado ejercicios para mejorar las capacidades de las unidades, pero algunas no pasaron la prueba y fueron enviadas a realizar nuevos ejercicios después de tres meses. El proyecto de barrera, que costó miles de millones de shekels, tampoco se terminó. Los postes de la valla en la frontera libanesa se adaptan mejor a los tiempos de la zona de seguridad en el Sur del Líbano y menos a las necesidades de 2020, escribe Walla, el sitio israelí, y agrega:
“La mayor parte de la atención se centra ahora en la fuerza Radwan, que se mantiene en las sombras. Una foto de ella se filtró a una red social y muestra a sus combatientes en la frontera sirio-turca. El símbolo de la unidad de élite de Hezbolá está compuesto por un león rugiente, una espada sagrada, una flecha hacia adelante y un color verde que indica la conquista bajo el lema “Siempre coraje”, continúa el sitio.
La referencia a Turquía, de hecho, se refiere a una operación muy reciente de la Fuerza Radwan en Saraqib (Idleb) donde la fuerza de élite de Hezbolá lanzó en pocas horas y en la mitad de la noche una operación que reconquistó la ciudad después de que Turquía se permitiera el lujo de “enviar a sus drones para atacar a Hezbolá en su cuartel general en Alepo”. Esta deslumbrante operación fue un hito, ya que Radwan liberó a Saraqib combatiendo a los terroristas calle por calle, distrito por distrito, sin el apoyo de satélites ni radares de los que se benefició el campo contrario”.
Walla continúa: “El sistema de seguridad está muy preocupado por otro paso de Hezbolá: la creación del comando sur, que coordina las operaciones del Ejército sirio contra “Israel”, ha creado el primer cuerpo sirio estacionado en la meseta del Golán y envía tropas de vez en cuando para participar en la campaña de Idleb. En “Israel”, se cree que la organización libanesa tiene como objetivo influir en el diseño y la rehabilitación del nuevo Ejército sirio para convertirlo en un ejército móvil y resistente, independiente de los sistemas pesados y estacionarios. Este cuerpo se concentra, y es el primero, en la recolección de información. Dirigidos desde Damasco y Beirut, cientos de agentes operan en el sur de Siria, en particular en las ciudades de Hadar, Quneitra y Erneh. El ejército israelí teme que cualquier evento importante que amenace a Teherán, como un error de cálculo por parte de Washington contra Irán en el Golfo Pérsico o en Iraq, podría llevar a Hezbolá a atacar a “Israel”. El ejército israelí también es consciente de que su campaña de guerra contra Irán en Siria está llegando a su fin”.
Y el sitio continúa: “Hezbolá ha estado activo a lo largo de toda la frontera. Si estalla una guerra en el norte, el ejército israelí puede no quedar ceñido a un frente, sino a toda la frontera norte con el Líbano y Siria”.
Source: Press TV (traducido por el sitio de Al Manar en español)