Ankara ha denunciado a través de la voz de su ministro de Asuntos Exteriores la “política de control de EEUU” sobre las instalaciones petroleras en el norte de Siria, reafirmando el hecho de que “la riqueza de Siria pertenece al pueblo sirio”. Obviamente, este pueblo sirio se ve reducido a los ojos de Ankara a este pequeño componente takfiri al que ha apoyado en su guerra contra el Estado sirio desde 2011.
“Las reclamaciones estadounidenses sobre los depósitos de petróleo en Siria son absolutamente ilegítimas y contrarias al derecho internacional”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu.
“Ellos (los estadounidenses) reconocen y declaran abiertamente que están allí (en Siria) debido a los campos petrolíferos. Nadie tiene derecho a acceder a los recursos sirios. Vinieron aquí, tras viajar miles de millas, y dijeron: “Evaluaremos los campos petrolíferos en este país. Esto contradice las normas del derecho internacional”, dijo Cavusoglu.
Estos comentarios acaban de preceder a otro anuncio preocupante, esta vez para los aliados de la OTAN de Turquía: Erdogan prometió enviar a los combatientes extranjeros de Daesh “a casa”, de regreso a Europa occidental, en el Día del Armisticio, que marcó el final de la Primera Guerra Mundial. “Os decimos que os los enviaremos de vuelta. Comenzaremos desde el lunes (11 de noviembre)”, dijo Erdogan en una declaración transmitida por la agencia de noticias turca Anadolu.
Source: Anadolu