Las autoridades francesas liberaron al activista libanés pro-Palestina Georges Ibrahim Abdallah, que salió de prisión en Francia en la madrugada del viernes tras más de 40 años en prisión.
Para quienes lo apoyan, la liberación de Abdallah trae consigo una justicia largamente esperada, ya que su regreso tiene un peso simbólico en su país de origen.
“Este momento no se trata de sentimentalismo; se trata de una larga espera de 40 años. Se trata de resiliencia ante los retrasos, las apelaciones y la discriminación. No es momento de nostalgia, sino de la culminación del tiempo y la justicia”, declaró su hermano, Robert Abdallah.
Abdallah fue declarado culpable y condenado a cadena perpetua en 1987 por las muertes del agregado militar estadounidense Charles Robert Ray y del diplomático israelí Yacov Barsimantov. Aunque siempre ha negado su implicación directa, Abdallah nunca se distanció del movimiento de resistencia que cofundó, las Facciones Armadas Revolucionarias Libanesas, un grupo marxista alineado con Palestina y las causas panárabes que también buscaba expulsar a la ocupación extranjera del territorio libanés.
A pesar de múltiples fallos judiciales a lo largo de los años que recomendaban su liberación, Abdallah permaneció en prisión debido a la presión política, en particular de EEUU y la entidad sionista. Finalmente cumplió cuatro décadas en la prisión francesa de Lannemezan, negándose rotundamente a expresar arrepentimiento.
Aunque cumplió la pena mínima en 1999, permaneció en prisión, tras haber sido denegadas múltiples solicitudes de libertad condicional.
Desde entonces, los preparativos para recibirlo han estado en marcha, según Catherine Daher, periodista y activista de la Campaña Nacional del Líbano para la Libertad de Georges Abdallah.
“Podemos decir que los preparativos para recibir al camarada Georges han estado en curso desde 1999, cuando cumplió oficialmente su condena”, declaró Daher. “Desde entonces, nos hemos enfrentado a repetidas órdenes de liberación —en 2003, 2013 y 2024— que fueron bloqueadas por motivos políticos”, declaró, lo que lo convierte en “el preso político que lleva más tiempo en prisión en Europa”.
Ahora, a sus 74 años, Abdallah se prepara para regresar a su ciudad natal, Qubaiyat, en el norte del Líbano, no solo como un hombre libre que retorna a la vida civil, sino como una figura profundamente simbólica.
Source: Diversas