España se sumó este viernes al respaldo a la Corte Penal Internacional (CPI), luego del anuncio de sanciones del presidente de EEUU, Donald Trump.
Trump dijo que adoptará medidas contra la CPI como consecuencia de haber dado la orden de detención contra el primer ministro israelí, Benyamín Netanyahu, y su anterior ministro de Defensa, Yoav Gallant, por los crímenes en la agresión de Tel Aviv al pueblo palestino en Gaza.
Las represalias del mandatario estadounidense apuntan a altos cargos y sus familiares de la CPI, y a trabajadores de la entidad, y se basan en las decisiones de “imponer sin fundamento legítimo”, su jurisdicción sobre personal de EEUU y alguno de sus aliados”.
Sin embargo, la reacción fue inmediata y ya 75 Estados Parte del Estatuto de Roma, el protocolo legal de la CPI, suscribieron la iniciativa impulsada por Eslovenia, Luxemburgo, México, Sierra Leona y Vanuatu.
Esas naciones firmantes del texto, reafirmaron su «continuo e inquebrantable apoyo a la independencia, imparcialidad e integridad de la CPI», a la que consideraron «un pilar vital del sistema de justicia internacional al garantizar la rendición de cuentas por los crímenes internacionales más graves y la justicia para las víctimas».
En esa línea, advirtieron que «las sanciones podrían poner en peligro la confidencialidad de información sensible y la seguridad de los involucrados, incluidas las víctimas, los testigos y los funcionarios de la CPI».
Además, señalaron que las medidas de Trump representas un «desafío sin precedentes» para el funcionamiento del tribunal, pero también incrementa «el riesgo de impunidad» entre los criminales que atentan contra el Derecho Internacional.
Por otra parte, se comprometieron a garantizar la continuidad de las actividades de la CPI, “para que pueda seguir desempeñando sus funciones de manera eficaz e independiente».
Junto con España y los antes mencionados, aparecen entre los signatarios de la declaración Brasil, Bélgica, Canadá, Chile, Jordania, Nigeria, Portugal, Palestina y Reino Unido, entre otros.
En las últimas horas y en respuesta a los planteamientos de la Casa Blanca de hacer una suerte de limpieza étnica en Gaza, España ratificó su solidaridad con el pueblo palestino, a la vez que su compromiso con la estabilidad y la cooperación internacional en el Medio Oriente.
Al fijar la postura del Gobierno en torno a manifestaciones de Trump, y del ministro israelí de Defensa, Israel Katz, señaló que ‘ningún tercero le tiene que decir (a España) lo que hacer’.
Albares subrayó así el punto de vista inalterable del país ibérico, en relación con la orden de titular israelí para que el Ejército prepare un plan de salida de los civiles que pretendan abandonar la franja de Gaza.
Lo dijo tras los comentarios de Trump de su idea de controlar Gaza con la expulsión de toda la población.
El jefe de la diplomacia española sentenció que su país opone tajantemente a estos planes sobre Gaza, “(…) porque su tierra es Gaza y Gaza debe ser parte del futuro Estado palestino’.
El diplomático despedirá el próximo lunes un cargamento humanitario destinado a la población palestina de Gaza, que saldrá desde el aeropuerto de Barajas en Madrid.
Source: Prensa Latina