A fin de contrarrestar la presencia extranjera ilegal en Siria, las tribus sirias han vuelto de nuevo al escenario político y han formado un grupo de resistencia.
Proclamando la resistencia frente a la presencia militar de las fuerzas norteamericanas, francesas, turcas y saudíes que se hallan en el suelo sirio, las tribus sirias han recobrado una vez más su protagonismo con una gran reunión en Deir Hafir, el este de Alepo, en la que han participado representantes de más de 70 tribus y un número de personalidades populares en el país.
La región del noreste de Siria, especialmente las provincias de Hasakah, Raqqa y Deir Ezzor, donde se está produciendo una ola de rechazo y descontento a las actividades de reclutamiento y a la presencia de las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias y de las tropas estadounidenses y de otros países, se convertirá en la cuna de esta nueva fuerza de resistencia popular.
La posición geográfica de esta región proporciona un gran margen de maniobra a las fuerzas populares sirias y constituye un serio desafío para la presencia militar de EEUU en Siria, que se extiende por las fronteras de Iraq y Turquía.
La conferencia de líderes de los tribus ha sido, pues, el preludio a la formación de una fuerza paramilitar de origen tribal, que actuará para contrarrestar los intentos separatistas. Esta fuerza no admitirá la presencia ilegal de fuerzas extranjeras que se han desplegado en Siria sin el permiso de su gobierno y su pueblo.
Hace pocos días, el presidente sirio, Bashar al Assad, declaró durante una entrevista con Russia Today que su gobierno seguiría el método del diálogo con las Fuerzas Democráticas Sirias, puesto que se trata de ciudadanos sirios en su mayoría, pero advirtió que, si el diálogo fracasaba, el gobierno procedería entonces con la opción militar. Esta declaración ha inspirado a los jefes tribales que han reiterado su apoyo al gobierno central y a la integridad territorial del país.
De este modo, la nueva milicia paramilitar tribal actuará junto al Ejército sirio para frustrar el proyecto norteamericano de dividir Siria y crear una zona independiente para los kurdos en el noreste de Siria, un proyecto que los vecinos de Siria igualmente condenan.
Source: Agencias