Este martes, fuentes en Siria informaron que “se escucharon explosiones dentro de la base estadounidense en Al-Shaddadi, en el campo sur de Hasaka, al noreste de Siria.”
Según las fuentes, “la explosión fue el resultado de misiles disparados por facciones de la resistencia”.
Las fuentes también señalaron que “el ataque a Al-Shaddadi es el séptimo ataque a bases estadounidenses en las últimas 24 horas”.
La base de Al-Shaddadi está situada al sureste de la ciudad petrolera de Al-Shaddadi, está equipada para el aterrizaje y despegue de helicópteros y todo tipo de drones y cuenta con unas 350 personas.
La Resistencia Islámica en Iraq se atribuyó el martes la responsabilidad de atacar la base de Al-Shaddadi con una andanada de misiles y la base de Al-Malikiyah con un dron, confirmando sus continuos ataques contra los bastiones de las fuerzas estadounidenses.
Estos ataques siguen a otros dos ataques, también reivindicados por la Resistencia Islámica en Iraq, contra dos bases de las fuerzas estadounidenses, en Green Village, en el noreste de Siria, y cerca del aeropuerto de Erbil, en el Kurdistán iraquí.
Ayer lunes, la Resistencia Islámica en Iraq anunció que había atacado la base estadounidense situada en el campo de Konico, en el campo de Deir Ezzor, en el este de Siria, con una salva de misiles. Fuentes sobre el terreno dijeron que 4 misiles cayeron dentro de la base de donde salían columnas de humo.
El nuevo año marca un aumento notable en la frecuencia de los ataques a bases estadounidenses en Siria e Iraq, que han continuado desde el inicio de la Inundación de Al-Aqsa el 7 de octubre de 2023.
Source: Diversas (traducido por el sitio de Al Manar en español)