Fuertes combates se han producido esta noche en la ciudad de Marawi, de 200.000 habitantes, en el sur de Filipinas, después de que las fuerzas de seguridad y militantes del EI lucharan allí durante horas.
Dos soldados y un oficial de policía fueron muertos en los enfrentamientos, aunque ningún civil resultó herido en los combates, dijo una fuente militar.
El martes, el Ejército filipino se retiró de la mayor parte de Marawi, lo cual convirtió a esta última en la primera ciudad del Sudeste Asiático en caer en manos del EI. Unos 500 insurgentes están presentes en la ciudad.
Además, los terroristas del EI han capturado la principal prisión de Marawi y liberado a más de 100 presos, muchos de ellos simpatizantes del grupo que podrían unirse a sus filas.
Decenas de vehículos militares y armas fueron capturados durante la batalla aunque no ha habido confirmación oficial de estos hechos por parte de la agencia Amaq perteneciente al EI.
Ley marcial
En respuesta, el presidente filipino, Rodrigo Duterte, declaró la ley marcial en la provincia de Mindanao mientras el alcalde pidió al Ejército que envíe refuerzos que podrían llegar este miércoles para un contraataque.
El Ejército aún controla la mayoría de bases militares y edificios gubernamentales dentro de Marawi y ha establecido posiciones en los suburbios, aunque el EI controla la mayor parte de áreas residenciales y el Hospital Amai Pakpak.
El ataque de los militantes ha sido llevado a cabo por dos franquicias del EI, el grupo Maute y el de Abu Sayyaf.
Source: Agencias