En una fría tarde de enero en el metro de Teherán, vi a mujeres discutiendo sus compromisos diarios en un lenguaje que demostraba su posición culta y sofisticada.
Todas parecían trabajadoras que regresaban de sus respectivos lugares de trabajo, no exhaustas sino frescas y felices. Esta no es la imagen que los medios occidentales muestran de Irán.
Contrariamente a la realidad, las mujeres de Irán son mostradas como controladas y oprimidas por estos medios. ¿Realmente la Revolución Islámica las empujó hacia atrás o las elevó a posiciones dignas y de honor? ¿Están viviendo en una sociedad represiva o una que las libera y empodera de manera progresiva?
La evidencia histórica muestra que las mujeres en Irán no tenían derechos políticos y sociales adecuados antes de la Revolución Islámica. Tanto política como socialmente, estaban en un espacio cerrado y pasivo. El sistema escolar de la era Pahlavi, occidentalizado como estaba, impidió que muchas mujeres prosiguieran su educación.
Se desanimaba a las jóvenes a continuar con su educación. Existía un ambiente occidentalizado en las universidades y una oposición al hiyab. Sin embargo, el escenario cambió después de la Revolución Islámica ya que el porcentaje de mujeres en las universidades aumentó considerablemente.
Hoy, las universidades en Irán están inundadas de mujeres: confiadas y seguras de sí mismas. La tasa de alfabetización de mujeres del país de mayoría musulmana se encuentra entre las mejores del mundo.
Diversos estudios lo atribuyen al fundador de la Revolución Islámica, el ayatolá Ruholá Jomeini, quien llamó a la participación activa de las mujeres, no solo en la política sino también en la educación superior y el sector público.
Después de la Revolución Islámica de 1979, las mujeres obtuvieron los mismos derechos para forjar su futuro. La revolución les brindó la oportunidad de construir su identidad política distintiva y ha tenido un gran éxito al hacerlo.
Las mujeres iraníes son hoy mucho más conscientes y educadas políticamente que sus contrapartes en otras sociedades musulmanas.
Según los datos, en 1977 sólo el 17 por ciento de la población femenina de las zonas rurales estaba alfabetizada. La cifra creció al 73 por ciento en 2017, lo que muestra un cambio sustancial provocado por la revolución.
Según las estadísticas de 2020, la tasa general de alfabetización de las mujeres en el país fue del 85,5 %, más que la de los hombres, que era del 80,8 %. Esta tasa de alfabetización femenina resulta ser más alta que el promedio mundial.
Como un fuerte valor social para las mujeres iraníes, la educación es vista como una verdadera libertad. Casi el 60 por ciento de todos los estudiantes universitarios son mujeres en la actualidad.
En la actualidad, el número de mujeres graduadas en ciencias médicas, ciencias básicas y humanidades supera al número de hombres graduados.
Se realizó un estudio comparativo entre la República Islámica de Irán y Turquía para estudiar la asistencia femenina en las universidades de los dos países de mayoría musulmana. El resultado reveló que el 60 por ciento de las mujeres se matriculan en universidades de Irán, mientras que solo el 19 por ciento se matricula en Turquía.
Esta notable mejora en el sector de la educación también ha tenido un impacto considerable en el mercado laboral de Irán, ya que las mujeres aceptan más trabajos tanto en el sector público como en el privado.
Por primera vez en la historia del país, la fuerza laboral hoy está compuesta en su mayoría por mujeres especialistas. Esta fuerte presencia de mujeres de todos los ámbitos de la vida está desempeñando un papel importante en la configuración del futuro de Irán.
Como los números hablan por sí solos, echemos un vistazo a las estadísticas que comparan la condición de las mujeres en la República Islámica antes y después de la Revolución Islámica.
Según un informe del Banco Mundial, el número de mujeres en las juntas directivas de varias organizaciones se ha triplicado, pasando del 11 % en 1970 al 30 % en 2016.
El número de mujeres docentes en las universidades ha crecido más de 17 veces en los últimos 44 años. Las mujeres constituían solo el 1,4 por ciento del personal docente antes de la Revolución y ahora el número supera el 24 por ciento en la educación superior.
Hubo un aumento de diez veces en el número de mujeres médicas entre 1979 y 2012. Casi el 40 por ciento de todos los médicos especializados en el país hoy en día son mujeres, una proporción mayor que en EEUU, donde el número es del 34 por ciento.
En la industria del entretenimiento, hay más de 900 mujeres cineastas y el 20 por ciento de las mujeres se desempeñan como directoras de los medios de comunicación.
Contrariamente a la propaganda occidental, la Revolución Islámica ha jugado un papel importante al priorizar la libertad de las mujeres.
La República Islámica de Irán enfatiza la importancia de mujeres fuertes y madres fuertes. Se ha citado al Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyyed Ali Jamenei, diciendo que si alguien trata de privar a las mujeres del trabajo científico y las obstaculiza en sus esfuerzos económicos, políticos y sociales actúa en contra del Islam.
Esto ha alentado a las mujeres a crecer y desarrollarse tanto en sus capacidades individuales como sociales. El progreso realizado por las mujeres en los campos científico y académico ha llevado a la mejora de los sectores sociales y científicos en el Irán posterior a la revolución.
En Occidente, se habla erróneamente de un atraso de las mujeres iraníes en materia social y legal y se afirma que se debe al gobierno islámico. La participación mínima de las mujeres en el sector público de Irán antes de la Revolución Islámica de 1979 probablemente se debió a las normas occidentales impuestas, ajenas a las realidades sociales, culturales y económicas de la sociedad iraní.
Según los datos que acabamos de citar, el escenario cambió después de la Revolución Islámica de 1979. Este cambio debe atribuirse a esta última, que ha ido derribando las barreras responsables de negar las oportunidades de participación de las mujeres en diversos sectores.
En la actualidad, las mujeres iraníes se ven por todas partes: horneando pan en las panaderías, atendiendo a los comensales en los restaurantes, enseñando en las universidades, vendiendo cerámica y alfombras en los centros artesanales, atendiendo a los clientes en diferentes establecimientos comerciales, etc.
Las mujeres en este país se pueden ver conduciendo camiones y también pilotando aviones. ¿No es este un cambio significativo que ha tenido lugar en Irán y maravillosamente a pesar de las sanciones paralizantes que las potencias hegemónicas occidentales han impuesto a la gente de este país?
Además, ¿no sobrevivieron los iraníes a la guerra devastadora impuesta por el régimen de Saddam respaldado por Occidente, avanzando en el camino hacia el progreso a pesar de las dificultades?
Las personas del mundo que son sensatas y razonables aprecian el sistema islámico de Irán y lo ven como un modelo para las personas que están siendo golpeadas en el mundo por la hegemonía neoimperialista.
Source: Press TV