El reloj camina de forma acelerada para Jalil Awaudeh, un preso palestino que está al borde de la muerte en medio de una huelga de hambre en reclamo de su liberación.
Pese a los llamados de numerosos organismos de derechos humanos, agencias de las Naciones Unidas, personalidades y Gobiernos, las autoridades israelíes se niegan a excarcelarlo.
Awaudeh fue arrestado el 27 de diciembre de 2021 sin acusaciones,y desde entonces está bajo custodia en ese país, denunció en Twitter la coordinadora humanitaria de la ONU para Palestina, Lynn Hastings.
Los detenidos tienen “el derecho a ser informados de los cargos que se les imputan, a un juicio justo (incluso, oportuno), o a ser puestos en libertad”, subrayó.
Según Hassan Abed Rabbo, portavoz de la Comisión de Asuntos de Prisioneros y Exprisioneros, su compatriota sufre fuertes dolores en las articulaciones y cefaleas, mareos y visión borrosa, y le resulta imposible caminar.
Perdió la mitad de su peso y no reconoció a la esposa cuando lo visitó en el hospital israelí de Assaf Harofeh, detalló el vocero.
Está al borde de la muerte, pedimos su intervención urgente, escribió la semana pasada la fundación Addammer a la relatora especial de la ONU sobre los Derechos Humanos en los Territorios Palestinos, Francesca Albanese.
Awaudeh, padre de cuatro niños, rompió un ayuno en julio tras un acuerdo con las autoridades penitenciarias para liberarlo; pero,tras el incumplimiento de lo pactado, retomó la protesta una semana después. Antes de su arresto actual, había sufrido 12 años en prisiones israelíes, la mitad de ellos bajo la política de “detención administrativa”.
Tel Aviv utiliza tal mecanismo para hacer aprehensiones sin cargos ni juicios por intervalos renovables, que suelen oscilar entre tres y seis meses, sobre la base de pruebas no divulgadas que incluso el abogado del reo tiene prohibido ver.
En ese contexto, la tensión en las cárceles israelíes está en aumento tras la decisión de las autoridades penitenciarias de romper los acuerdos alcanzados, que pusieron fin a la represión contra los miles de palestinos recluidos.
Ahora, en respuesta, los representantes de las facciones palestinas en tales centros acordaron reiniciar las protestas a partir de septiembre.
Hace unos días, la Comisión para Asuntos de Prisioneros y Exprisioneros denunció el estado de salud de muchos palestinos retenidos allí y rechazó el permanente trato inhumano.
Numerosos presos enfermos sufren por la negligencia de las autoridades penitenciarias y la demora en recibir tratamiento, alertó dicha entidad, o son objetos de experimentos en esos recintos.
Source: PL