Daniel Larison, director de Antiwar.com y ex editor en jefe de la revista American Conservative revisa en un artículo que se hace eco de toda una corriente dentro del aparato de poder estadounidense que constantemente se refiere a Irán porque este país ha sabido despojar a EEUU de todo lo que posee como palanca de presión, dice el autor.
El artículo dice: “EEUU ya no es bueno para hacer compromisos diplomáticos duraderos. Otros estados no tienen dificultad en creer las amenazas estadounidenses de imponer sanciones amplias, pero es mucho más difícil convencerlos de que se puede confiar en que EEUU vaya a cumplir sus promesas en los acuerdos negociados. Nuestro gobierno tiene un problema real de credibilidad en la medida en que sus promesas de levantar las sanciones y hacer concesiones a otros no son creíbles. Esto complica enormemente la capacidad de nuestros negociadores para llegar a acuerdos con otros gobiernos para resolver disputas pendientes. EEUU tiende cada vez más a incumplir su palabra o romper acuerdos”.
Continuó: “Incluso cuando algunos otros gobiernos llegan a un acuerdo con EEUU y se apegan a sus términos, eso no garantiza que EEUU no se volverá contra ellos. Por ejemplo, el gobierno libio puso fin a su condición de paria internacional a cambio de poner fin a sus programas de armas no convencionales en 2003, pero EEUU intervino para apoyar el cambio de régimen en Libia en 2011. Washington se retiró del Tratado ABM hace veinte años para ampliar sus defensas antimisiles. Esta medida aceleró el deterioro de las relaciones entre EEUU y Rusia a principios de siglo y, en última instancia, condujo a la carrera armamentista desestabilizadora de la que somos testigos hoy. Y más recientemente, Trump retiró a EEUU del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF) y de Cielos Abiertos”.
En cuanto a Irán, ha estado sujeto a sanciones durante mucho tiempo. Los halcones republicanos ya están prometiendo que cualquier acuerdo que haga Irán con la administración Biden y las otras grandes potencias será destrozado por la próxima administración. “El pleno respeto por parte del otro gobierno no es una protección contra la retirada de EEUU de un tratado”, lamenta Daniel Larison quien también cuestiona la cultura política estadounidense: “Otra razón por la que Washington no tiene más éxito en sus gestiones diplomáticas es que nuestra cultura política no da mucho valor a la diplomacia ni a los encargados de llevarla a cabo. El compromiso diplomático a menudo se trata como sinónimo de debilidad, y prácticamente cualquier iniciativa diplomática significativa con un estado rival es denunciada como un apaciguamiento incluso antes de que haya empezado.”
“¿Por qué debería un gobierno correr el riesgo político y hacer concesiones significativas en las negociaciones con EEUU cuando está prácticamente seguro de que su posición cambiará después de las próximas elecciones presidenciales? Si EEUU no puede volver a aprender a mantener sus compromisos diplomáticos, la diplomacia estadounidense continuará atrofiándose en detrimento de los intereses nacionales y la paz y seguridad internacionales”, concluye el analista norteamericano.
Source: Press TV