Durante un discurso transmitido en vivo por varios canales satelitales libaneses, incluyendo Al Manar, el secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, afirmó que Hezbolá está haciendo esfuerzos para ayudar en la formación de un gobierno en el Líbano y para paliar la actual crisis económica. “Hemos completado todas las gestiones administrativas y logísticas necesarias para importar gasolina de Irán, y si el Estado libanés anuncia su incapacidad para resolver esta cuestión, estamos dispuestos a recibir esta gasolina en la costa libanesa, no necesariamente a través del puerto de Beirut”.
Estos son los principales puntos del discurso:
1- La decisión de EEUU de bloquear decenas de sitios de Internet iraníes o pro-iraníes
Esta medida estadounidense no es una coincidencia, ya que apunta a sitios que jugaron un papel en el apoyo a los palestinos en la Batalla de la Espada de Al Qods. Sin embargo, lo más extraño es que los sitios objetivo son en su mayor parte puramente religiosos y no políticos. Entonces, esta medida contradice la libertad de expresión y viola los derechos humanos.
Paradójicamente, los medios de comunicación de los regímenes dictatoriales deambulan libremente en el ciberespacio, mientras arrojan impunemente su veneno de mentiras y difamaciones.
2- El “apoyo” estadounidense al ejército libanés
Durante los últimos días, hemos escuchado declaraciones de algunos funcionarios estadounidenses para justificar ante los medios de comunicación norteamericanos, el Congreso o la opinión pública estadounidense su apoyo al ejército libanés con el pretexto de que esta institución es la única capaz de “enfrentarse a Hezbolá”.
Es un intento claro y limpio de provocar a los libaneses contra Hezbolá sabiendo que la Resistencia islámica está formada por libaneses y coopera con el ejército. Esta incitación a volverse contra Hezbolá tiene como objetivo al ejército y también a Hezbolá, el entorno de Hezbolá, para incitarlo para volverse contra el ejército.
Cabe recordar que siempre hemos pedido, desplegado esfuerzos y propuesto ideas de cooperación militar con nuestros aliados regionales e internacionales para fortalecer las capacidades balísticas y militares del ejército para que pueda defender la dignidad del Líbano. Como recordatorio, hemos ofrecido ayuda iraní incondicional al gobierno libanés para el ejército libanés, que estaría así equipado con cazas, submarinos, destructores, equipo, etc, pero en lugar de dar la bienvenida a esta iniciativa, se nos acusó erróneamente y de lleno.
Y todavía hoy reiteramos que el ejército es la única garantía para la unidad nacional del Líbano sabiendo que están surgiendo peligrosas premisas en la región que amenazan la unidad de tal o cual país.
En nuestra cultura de resistencia, el ejército es parte de la ecuación de oro: ejército, resistencia y pueblo. Los sargentos, los comandantes de este ejército son los hijos de este pueblo del que formamos parte. La doctrina del ejército es inquebrantable ante el enemigo israelí. El ejército sigue siendo un poder independiente del poder político.
La administración estadounidense impide el refuerzo del ejército a todos los niveles, impide que este ejército disfrute de capacidades militares disuasorias y, por lo tanto, se contenta con brindarle la suficiente ayuda para sobrevivir, pero no para poder enfrentarse al enemigo israelí. Así pues, la administración estadounidense no tiene por qué responsabilizarnos de la debilidad del ejército.
3- La cuestión de la formación del gobierno
Algunos políticos libaneses, algunas personalidades libanesas, incluso los medios libaneses persisten en sus discursos, acusando sistemáticamente a Hezbolá e Irán de obstruir la formación del gobierno libanés en espera del seguimiento de los acuerdos de Viena.
Por enésima vez, repito lo que he dicho muchas veces. Sepan, para su información, que en Viena ninguna de las partes mencionó al Líbano. El único expediente en la mesa de negociaciones es el expediente nuclear, Irán se niega a discutir cualquier otro.
Nadie habla del Líbano, ni siquiera está en la agenda de las conversaciones entre EEUU e Irán.
Con respecto a las conversaciones yemení-saudíes, mis amigos yemeníes me confirmaron que en todas las negociaciones no se menciona al Líbano. Arabia menciona a Yemen pero ni una sola palabra sobre el Líbano.
Y quiero enfatizar que Irán nunca ha negociado ni negociará en nombre de nadie, a menos que se le pida que lo haga y solo en el marco del respeto al derecho internacional público en términos de mediador.
Además, les recuerdo: durante las manifestaciones del 17 de octubre, declaramos que estábamos en contra de la renuncia del gobierno y en contra de las elecciones anticipadas, porque estamos en contra de un vacío de gobierno, pero nos impusieron la renuncia del primer ministro (Saad Hariri). Hicimos esfuerzos para formar otro gobierno lo antes posible. E incluso después de la explosión del 4 de agosto en el puerto de Beirut, estábamos en contra de la renuncia del gobierno de Hassan Diab, y todavía hoy somos víctimas de mentiras y difamaciones acusándonos de querer impedir la formación de un gobierno. Quienes nos lanzan tales acusaciones no se preocupan por el futuro del país, el bienestar del pueblo libanés o el interés público. Estas personas están resentidas y solo buscan saldar cuentas personales.
Desde el nombramiento del primer ministro Saed Hariri, he pedido la ayuda de un amigo, el líder del Parlamento libanés Nabih Berri, para acelerar el proceso de formación del gobierno. La iniciativa de Berri avanzó en cuanto a un acuerdo sobre el número de miembros del gobierno, es decir, 24 ministros, y también en la distribución de las carteras ministeriales según los términos que requiere el sistema político del país. Así que dos pasos adelante.
Sin embargo, los medios informaron que se llegó a un acuerdo en base a un triple 8. Estas declaraciones provocaron un debate acalorado y poco entendido. Nuestros aliados y nuestros adversarios creyeron que este triple 8 es una nueva política.
La expresión triple 8 es incorrecta. No hay un triple 8 que sugiera que habrá ocho ministros para los shiíes, ocho para los sunníes y ocho para los cristianos. Esto es imposible de lograr debido al enredo de alianzas entre las diversas fuerzas políticas.
4- La petición de ayuda de Gebran Bassil
Respecto a la petición de ayuda del titular de la Corriente Patriótica Libre, el ex ministro Gebran Bassil, a Hezbolá, más precisamente a mí mismo, quisiera responder a ciertas voces cristianas. Seguimos las reacciones a su discurso, que utilizaron insultos y acusaciones de estilo takfiri contra Bassil, acusándolo de delegar en Hezbolá para que se ocupara de los asuntos cristianos.
Sin embargo, seguí su discurso y lo estudié: nunca mencionó el término delegación. Al contrario, simplemente pidió ayuda a un aliado, un acto que forma parte del marco natural de cualquier alianza, destacando que no es una cuestión de pedirle a Hezbolá que maneje sus asuntos sino que desempeñe el papel de árbitro.
Esta campaña lanzada contra Bassil demuestra que estas personas no escuchan, no leen, no razonan y si razonan no se resignan porque están cegadas por su resentimiento, su racismo religioso.
Nunca pensé que Bassil, a través de su petición, estuviera tratando de crear una disensión entre Hezbolá y Amal, porque lo hemos discutido larga y detalladamente durante nuestras reuniones y, por lo tanto, él conoce muy bien la naturaleza de esta relación.
En cuanto a la petición de ayuda lanzado por Gebran Bassil, ya hemos respondido a este llamamiento a través del presidente del Parlamento Nabih Berri.
Ciertamente podemos ofrecer ideas y soluciones, pero les advierto, el tiempo es corto. Debemos encontrar una solución a la crisis rápidamente.
Debemos rechazar también la acusación de neutralidad en lo que se refiere a la formación del gobierno.
Como recordatorio, durante la iniciativa de Francia, fui el único que respondió al discurso de Macron haciendo hincapié en que el presidente de la República Libanesa es un socio en la formación del gobierno. Es su derecho constitucional y nadie puede privarle de él.
Apoyamos a Said Hariri para formar un gobierno. Una vez más, estuvimos lejos de ser neutrales.
5- La crisis socio-económica
En los últimos días, se han producido contactos entre el primer ministro, el Banco del Líbano y otros líderes sobre la importación de gasolina. Me han informado que finalmente se ha llegado a un acuerdo positivo en esta dirección y que el suministro de gasolina satisfará al país durante los próximos tres meses.
En este sentido, les recuerdo la promesa que les hice unos días antes y que aún mantengo. Si el Estado se vuelve incapaz de suministrar hidrocarburos a las estaciones de servicio, entregaremos el combustible necesario a la gente que procederá de Irán.
Hemos completado todos los trámites administrativos y logísticos para iniciar el tránsito de hidrocarburos. Solo queda dar luz verde a esta ruta.
Sobre este tema quisiera subrayar algunos puntos: algunos libaneses se rieron de mi promesa, pensando que Irán no tiene gasolina bajo las sanciones. Son ignorantes. Sin duda se han olvidado de los petroleros iraníes que se dirigieron con fasolina a Venezuela. ¡Qué ignorantes!
Algunos sintieron que mi promesa desencadenará sanciones, pero han de saber que no pasaremos por el Banco Central y que este petróleo iraní atracará en la costa libanesa, no necesariamente a través del puerto de Beirut.
Invitamos a las otras partes a que hagan lo mismo. Vayan a Europa y los países del Golfo Pérsico para traer gasolina. Dejen de ser pasivos y pasen a la acción en lugar de ver a la gente padecer todo tipo de sufrimientos mañana y noche frente a las gasolineras.
EEUU dijo que había entregado más de 10.000 millones de dólares en ayuda al Líbano. Por supuesto, no somos nosotros los que recibimos esa ayuda. Entonces, cuéntennos qué hicieron con esas sumas de dinero. Muéstrennos lo que hicieron con los 20 millones de dólares saudíes ofrecidos a sus aliados.
Tenemos todo listo para iniciar el tránsito de gasolina y combustible. Hagan lo mismo y le pido a Dios que tengan éxito en sus esfuerzos.
De hecho, pedí información a ciertos expertos en los últimos días. Me dijeron que en 6 meses podemos instalar refinerías en Zahrani y Trípoli, lo que nos permitirá recibir combustible crudo iraquí u otro. Vuelvo a decir: una empresa está lista para construir estas refinerías pero está esperando la aprobación de las autoridades correspondientes.
El país avanza gradualmente hacia el levantamiento completo de los subsidios para ciertas necesidades básicas. Debemos apretarnos el cinturón y prepararnos para lo peor, es decir, la racionalización del consumo. Debemos trabajar juntos a nivel nacional y formar un comité de todos los partidos políticos para encontrar soluciones. También hemos apoyado el proyecto de tarjetas de recaudación de fondos que podrá apoyar a miles de familias.
Una palabra a la gente: sabotear lugares públicos, bloquear carreteras, disparar a las gasolineras no puede resolver la crisis de ninguna manera.
Tenemos muchas crisis que azotan a nuestro país, pero disfrutamos de una gracia primordial, que es la seguridad. Los libaneses deben entenderse y ser pacientes para proteger la seguridad interna. Algunos están tratando de arrastrar al país a una guerra civil, que serviría a los intereses del enemigo por encima de todo.
Espero que en el momento actual combinemos los esfuerzos para asegurar la supervivencia del país.
Cito el ejemplo de Hezbolá, que soporta día y noche campañas de insultos de la Corriente del Futuro. Pero decidimos no responder. No queremos controversias. El país es querido por todos, pero ciertamente es más querido por aquellos que han entregado por él su sangre y su alma. Os lo digo desde un punto de vista religioso: está prohibido pronunciar cualquier palabra en las redes sociales que pueda causar una fitna en el país.
6- Finalmente, un gran agradecimiento a las autoridades iraquíes que han mostrado su voluntad de enviar un millón de barriles de crudo al Líbano a pesar de la crisis económica que golpea a Iraq. Asimismo, muchas gracias a las Brigadas de Hezbolá de Iraq que anunciaron su decisión de ser parte de la ecuación regional para la defensa de la ciudad santa de Al Quds y la Mezquita de Al Aqsa.
Source: Al Manar