El primer ministro Saad Hariri se aferra a su posición de negarse a compartir el nombramiento de los ministros del gobierno que va a formar con el presidente de la República, algo que, sin embargo, había hecho dos veces desde la toma de posesión del general Michel Aoun, que sigue apegado a sus prerrogativas constitucionales según las cuales su firma es imprescindible para la ratificación de un gobierno.
Después de haber celebrado su 18ª reunión con él el lunes 22 de marzo desde su nombramiento para formar el gobierno, Hariri está luchando por convencer a la opinion pública de su posición. Lanzó la pelota a la cancha del jefe de Estado, acusándolo de permanecer pegado al tercio bloqueador.
Al término de esta reunión, durante una rueda de prensa, realizó sus declaraciones apresuradamente, en tono nervioso, asegurando que había devuelto al presidente el mensaje que este le había enviado unos días antes, en el que expuso su visión sobre el mecanismo a seguir en la distribución de las carteras ministeriales según las comunidades.
“El mensaje de Aoun es inaceptable porque se supone que el primer ministro designado no debe llenar ningún papeleo para nadie”, dijo Hariri apresuradamente, “pero él es quien forma el gobierno”.
“Le informé a Aoun que consideraré que no recibí su carta y se la devolví” continuó, antes de indicar que había presentado su propuesta de distribución de carteras hace 100 días y estaba listo para cualquier cambio y compromiso. Acusó al jefe de Estado por enésima vez de querer obtener un bloqueo del tercio en su gabinete.
Las disputas entre los dos hombres se relacionan con el tamaño del próximo gobierno así como con la atribución de los ministerios de Justicia e Interior, dos carteras clave en el programa de lucha contra la corrupción que asola las instituciones públicas, esta lucha a la que está firmemente adherido el jefe de Estado, según reafirmó en su reciente discurso televisado a los libaneses la semana pasada.
Hariri no quiere formar gobierno
De hecho, la respuesta de la Presidencia fue rápida. En una serie de tuits publicados directamente después de la declaración de Hariri, incluyó, entre otras cosas, una fotocopia del documento en cuestión: un papel que muestra los ministerios del gabinete sin nombres.
“Nos sorprendieron las palabras y la declaración del primer ministro designado en la forma y el contenido”, indicó, recordando que el mandatario, en base a sus competencias y su deseo de facilitar el proceso de formación del gobierno, ha enviado a este último un documento estableciendo la metodología para llevar a cabo esto último.
El método para formar gobierno es conocido por el primer ministro, estima la Presidencia de la República que subraya que esta última ya había compuesto dos gobiernos bajo el mandato del actual presidente, general Michel Aoun. También le acusa de haber presentado, hasta ahora, listas incompletas, y de querer sabotear indirectamente el proceso de conformación de este gabinete, necesario para luchar contra la crisis económica.
Este documento incluía 4 pilares que conducen a la formación de un gobierno por acuerdo entre ellos, señala la Presidencia, denunciando la publicación por parte del primer ministro de una lista de ministros presentada por él, el 9 de diciembre de 2020, sin ser aprobada por el Palacio de Baabda.
14 de los 18 “tecnócratas” propuestos por Hariri son simpatizantes del campo del 14 de Marzo
Según el periodista del diario libanés Al Akhbar, de los 18 nombres que propone Hariri, supuestos tecnócratas ajenos a los partidos libaneses, 14 son simpatizantes del campo del 14 de marzo.
“El presidente de la República desea formar un gobierno de acuerdo con la Constitución, y cada palabra que ha sido pronunciada por el primer ministro designado y antes de él por los ex jefes de gobierno sobre el hecho de que el presidente de la República no forma, sino que más bien promulga, son declaraciones que contradicen la Constitución y son inaceptables, porque su firma para publicar el decreto de creación es constitutiva y no publicitaria”.
El jefe de Estado recuerda así sus prerrogativas y la necesidad de un acuerdo necesario entre el primer ministro y la Presidencia para establecer el gobierno, según la Constitución libanesa, creyendo que las palabras pronunciadas por Saad Hariri violan así la Constitución libanesa y el pacto nacional.
La Presidencia concluye acusando indirectamente a Saad Hariri de no tener la intención de formar gobierno, sin conocer la verdadera causa.
Temor a la auditoría y a Arabia Saudí
Según la asesora de medios del presidente, la periodista Scarlett Haddad, invitada a un debate en Al Manar, Saad Hariri no quiere formar gobierno ni dimitir. Teme, entre otras cosas, la auditoría penal exigida por el jefe de Estado como parte de su lucha contra la corrupción y el despilfarro de dinero público que son la principal causa de la crisis económica que asola el Líbano. Hariri temería por sus familiares, pero también por el gobernador del Banco del Líbano, Riad Salamé, cercano a él y que es el primero en ser considerado responsable de la debacle financiera y económica en el Líbano.
Además, Saad Hariri teme sobre todo la venganza saudí, la del príncipe heredero Mohamad bin Salman, estima el experto libanés que vive en Francia, Tamam Noureddine. Este último evoca un acuerdo que había sido concluido entre MBS y el presidente francés Emmanuel Macron, cuando este intervino en persona ante Riad para obtener la liberación de Hariri, tomado como rehén para castigarlo porque no había hecho lo suficiente para contrarrestar la influencia de Hezbolá en el Líbano. Según este acuerdo, Hariri debería haber hecho algo a cambio. Noureddine se abstuvo de especificar el qué.
Source: Al Manar