La base aérea de Balad en Iraq, donde está desplegado el ejército estadounidense, fue blanco de un ataque con siete cohetes el lunes 15 de marzo, según un funcionario de seguridad.
También, según la misma fuente, dos de estos cohetes cayeron dentro de la base.
Los cohetes tipo Katiusha fueron disparados desde una aldea en la provincia vecina de Diyala, más al este, un lugar donde ya se han producido otros lanzamientos de cohetes contra la base de Balad, dijo la fuente.
Hasta el momento no se ha informado de daños materiales ni víctimas. El ataque no fue reivindicado de inmediato. Pero, cada vez, Washington apunta a los grupos de resistencia iraquíes entrenados por Irán.
Este ataque sigue a otro ocurrido el 3 de marzo. Entonces, la base aérea estadounidense de Ain Al Asad en Iraq, que alberga a tropas norteamericanas, fue atacada masivamente con cohetes. Un “contratista” estadounidense murió de un ataque al corazón después del incidentee, dijeron fuentes de EEUU.
Desde mediados de febrero, se ha reanudado el lanzamiento de cohetes en Iraq contra las tropas estadounidenses.
Cabe recordar que, en respuesta a los ataques estadounidenses contra las posiciones de las Fuerzas de Movilización Popular o Hashid al Shaabi, que luchan contra el Daesh con la ayuda de asesores iraníes, las instalaciones militares estadounidenses han sido atacadas en Iraq desde el otoño de 2019 por decenas de cohetes y se han producido atentados con bombas en la red de carreteras contra convoyes que transportan equipos logísticos para las tropas norteamericanas.
Los misiles iraníes también atacaron el aeropuerto de Erbil y la base de Ain Asad en la provincia de Al Anbar, en el oeste de Iraq, en enero de 2020 en respuesta al asesinato del general iraní Qassem Soleimani en un ataque con drones estadounidenses en Bagdad.
Desde el asesinato de Soleimani, junto con el subjefe del Hashid al Shaabi, Abu Mahdi al Mohandes, el Parlamento iraquí ha votado por mayoría a favor de la retirada de las fuerzas estadounidenses y de la coalición internacional.
Esta solicitud fue ratificada por el gobierno de Adel Abdel Mahdi, que envió dos mensajes al Consejo de Seguridad y al gobierno estadounidense exigiendo este retiro.
Desde la llegada de un nuevo primer ministro, Mustafa Kazimi, esta solicitud parece haber sido rechazada, a pesar de las afirmaciones en contrario. Ante la negativa estadounidense, se formaron grupos de resistencia para obligarlos a retirarse.
Source: AFP