The Second Liberation Secrets, un documental en varios episodios transmitido por Al Manar TV, destacó el sábado cómo después de liberar la ciudad de Al Quseir de los grupos terroristas en 2013, las fuerzas de Hezbolá pasaron a la segunda etapa de su enfrentamiento con los militantes takfiris en el área de Qalamun-Arsal.
La historia comenzó cuando el terrorista sirio Yamal Zayneya, también conocido como Abu Malik Al Talli, se benefició de la ley de amnistía emitida por el presidente Bashar Assad en 2014 para comenzar a construir su imperio militante en 2014.
Zayneya era bien conocido por su codicia de dinero que obtuvo de varias formas ilegítimas, incluido el secuestro de las monjas en Maalula antes de liberarlas a cambio de grandes sumas.
Abu Malik Al Talli dirigió un grupo de terroristas del Frente Nusra en los páramos de Qalamun-Arsal y controló franjas del territorio en el contexto de un plan destinado a expandir sus operaciones terroristas militares en el Líbano y varias áreas sirias.
Mientras tanto, el apoyo internacional a los grupos terroristas se intensificó en medio de una cobertura política libanesa de sus actos hasta el punto que la ciudad de Arsal comenzó a funcionar como centro de apoyo logístico y financiero para los grupos terroristas.
De hecho, los terroristas del Frente al Nusra enviaron coches bomba para atacar las áreas residenciales que apoyan a Hezbolá en Dahiyeh, el Suburbio del Sur de Beirut, y la Bekaa, lo que empujó a la resistencia a lanzar su campaña contra los bastiones y sitios de los militantes en la zona fronteriza e infligirles grandes pérdidas.
Las operaciones de Hezbolá destinadas a bloquear las rutas utilizadas por los terroristas para pasar los vehículos con explosivos hacia el Líbano y proteger las ciudades de Bekaa de los bombardeos terroristas requirieron una cooperación en el campo de batalla con el Ejército libanés.
Después de que el Ejército libanés detuviera a un terrorista clave, llamado Abu Ahmad Yumaa, en uno de sus puntos de control, un gran número de militantes del Frente al Nusra y el Daesh atacaron los puestos militares, matando, hiriendo y secuestrando a decenas de militares.
Hezbolá emprendió su campaña militar contra los grupos terroristas en la zona accidentada, recurriendo a los enfrentamientos cuerpo a cuerpo con los militantes y al fuerte bombardeo de sus sitios para derrotarlos.
Los combatientes de Hezbolá mataron a un gran número de terroristas del Frente al Nusra y del Daesh, capturando las instalaciones que habían utilizado los militantes para equipar los vehículos con explosivos.
Un vídeo muestra a los combatientes de Hezbolá asaltando la instalación donde se preparaban los coches bomba y detonando uno de los autos con explosivos que estaban preparando para atacar a los civiles en el Líbano.
Sin embargo, esta victoria tuvo un precio y la Resistencia Islámica sacrificó a algunos grandes combatientes para proteger a su país. Varios combatientes de Hezbolá fueron martirizados o heridos durante las batallas y al desafiar las severas condiciones climáticas.
Source: Al Manar