El primer ministro de la Autoridad Palestina (AP), Mohammad Shtayyeh, acusó el lunes a la administración estadounidense de presionar y chantajear al pueblo palestino para que abandone sus posiciones en defensa de derechos históricos.
“El gobierno de EEUU intenta coaccionar desde el punto de vista político, económico y financiero a nuestro pueblo y sus líderes, despliega una maniobra de presión y chantaje para que desistamos de nuestras demandas legítimas”, insistió el premier durante una reunión este lunes.
Tal acusación es la segunda de su tipo realizada recientemente por la AP. En la anterior señaló directamente al embajador de Washington en Israel, David Friedman, de impulsar dicha estrategia.
“El presidente de EEUU, Donald Trump, decidió cortarnos toda la ayuda e impidió que algunos países árabes cumplieran con sus obligaciones hacia nosotros en un proceso sistemático de presión e intento de coacción diseñado para obligarnos a comprometer nuestros derechos nacionales y Jerusalén a cambio de dinero”, subrayó el funcionario.
Les decimos que (…) quienes tienen voluntad y fe en su tierra natal y se aferran a ella no pueden ser comprados, enfatizó el primer ministro, citado por la agencia de noticias Wafa.
El portavoz de la AP, Nabil Abu Rudaineh, afirmó la semana previa que la política de intimidación y presiones de todo tipo enfilada contra el liderazgo de ese pueblo árabe está igualmente condenada al fracaso.
Esas campañas y conspiraciones destinadas a liquidar nuestra lucha (…) son una tontería, nuestra gente dibujará el mapa de su estado independiente, agregó.
Representantes de todas las facciones palestinas acordaron superar desavenencias para conformar un frente único, enfocado en poner fin a la ocupación israelí en los territorios usurpados desde 1967.
Otra de las prioridades es lograr establecer una patria soberana con las fronteras anteriores a ese acontecimiento, que describen como la segunda Nakba o catástrofe.
La primera fue el gran éxodo de 1948, cuando al menos unos 700.000 palestinos huyeron o terminaron expulsados de sus hogares.
Los palestinos protestaron recientemente en varias ciudades de Cisjordania por su desacuerdo con la normalización de los vínculos de Tel Aviv con Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Bahréin, que califican de traición.
Según sus dirigentes, dichos pactos negociados por Estados Unidos contradicen la Iniciativa de Paz Árabe de 2002, la cual condiciona la regularización de los nexos con el gobierno sionista a su salida de las demarcaciones ocupadas (franja de Gaza y Cisjordania -incluida Jerusalén oriental-)
En opinión de EAU tal paso podría facilitar la solución de los dos estados, avalada por Naciones Unidas como salida al largo conflicto israelo-palestino, posición con la que coincide Manama.
La normalización de las relaciones de algunos países árabes con “Israel” resulta dolorosa y es un golpe para el consenso de esa comunidad de naciones, lamentó Shtayyeh en declaraciones divulgadas por Wafa.
Source: PL