La última reunión de los países del Grupo de los Siete (G7) terminó en fracaso debido a los intentos de EEUU de incluir en un borrador de declaración final una declaración que vincula el nuevo coronavirus con China.
La enfermedad COVID-19, causada por el nuevo coronavirus, surgió en la ciudad china de Wuhan a fines del año pasado y actualmente afecta a 198 países y territorios en todo el mundo. Hasta ahora, ha afectado a más de 471.000 personas y ha matado a más de 21.200.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que el brote de coronavirus es una pandemia mundial.
Aunque la OMS ha denominado oficialmente a la enfermedad infecciosa COVID-19 y al virus SARS-CoV-2, un borrador de declaración de 12 párrafos distribuido por EEUU entre los ministros del G7 durante una reunión el miércoles se refirió a él como el “Virus de Wuhan”, dijo la CNN citando a un diplomático europeo no identificado.
“Lo que ha sugerido el Departamento de Estado de EEUU es una línea roja. No puede estar de acuerdo con esta denominación de este virus”, dijo el diplomático, y agregó que dicha marca habría culpado a China por la propagación de la pandemia.
Los otros seis miembros del G7, a saber, el Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Japón y Canadá, rechazaron la caracterización de EEUU y no se produjo ninguna declaración conjunta.
Varios de los miembros emitieron sus propias declaraciones al final de la reunión, que se llevó a cabo virtualmente debido a la pandemia de coronavirus.
Una declaración francesa sobre la reunión se refirió al brote como la “pandemia COVID-19”.
Los medios de comunicación occidentales, particularmente los de EEUU, han estado lanzando una campaña contra China por lo que consideran como “una respuesta lenta al brote”. Los medios incluso acusaron a Pekín de encubrimiento en las primeras etapas de la epidemia. El presidente de EEUU, Donald Trump, y el secretario de Estado, Mike Pompeo, también han intentado culpar a China en comentarios públicos.
Esto es mientras China efectivamente ha detenido su brote, incluso en Wuhan, a través de una serie de medidas duras pero disciplinadas, mientras que EEUU está viendo su propia epidemia aumentar exponencialmente. El primer caso de EEUU se confirmó el 20 de enero. En el corto período transcurrido desde entonces, más de 68.400 estadounidenses han sido infectados y más de 1.030 han perdido la vida debido a la enfermedad.
En China, el coronavirus ha infectado a unas 81.280 personas y ha matado a más de 3.280 en total. Actualmente se informan cero o muy pocas transmisiones virales en China.
Pekín ha dicho que los intentos de EEUU de caracterizar el virus como nacido en China son estigmatizantes.
Trump ha sido muy criticado por su uso de frases como “el virus de China”.
Source: Press TV (traducido por el sitio de Al Manar en español)