Desde la espectacular retirada de los soldados estadounidenses cuando los soldados sirios los obligaron a retroceder cuando intentaban acercarse a la base rusa en Qamishli, las cosas no han ido bien en el noreste de Siria para los norteamericanos, que se acaban de dar cuenta de que están realmente expuestos al peligro, de ahí la llamada ridícula de estos militares al Pentágono: “¿Qué vamos a hacer si Siria, Irán o Rusia nos atacan?
El hecho es que desde este primer encuentro cara a cara, los desarrollos se han acelerado en el noreste de Siria. En primer lugar, Siria, con la ayuda de Rusia, está a punto de reclutar en masa a la población de algunas localidades no lejos de las fronteras turcas con el objetivo de establecer una milicia armada que pueda reemplazar a las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG) y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) a lo largo de la frontera turca. Según Al Masdar News, que cita a Rojava News Network, varias ciudades está pasando por este proceso de reclutamiento. “Las fuerzas rusas han comenzado a formar nuevos grupos militares en las ciudades de Amude, Dirbasiyeh y Tall Tamr, con el objetivo de reemplazar el YPG y proteger la frontera con Turquía”, señala el sitio antes de agregar: “Los nuevos grupos militares estarán bajo la supervisión de Rusia, con una total dependencia hacia las fuerzas rusas”.
Las fuerzas rusas ya comenzaron a entrenar a los miembros de esta milicia en su base en el Aeropuerto de Qamichli. Se desconoce el número de voluntarios. La información aún no ha sido confirmada por el Ministerio de Defensa ruso, pero los objetivos del proceso son claramente legibles: al reemplazar el YPG y el FDS, es decir, los aliados eternos de EEUU y enemigos de Turquía, los dos aliados, Siria y Rusia, está matando a dos pájaros de un tiro: en primer lugar, privan a Turquía del último pretexto con el que todavía se está apoyando para justificar su presencia en el norte de Siria, es decir, la presencia de terroristas kurdos en sus fronteras. Hace unos días, las autoridades turcas anunciaron que Ankara estaba lista para retirar sus fuerzas del norte de Siria si los elementos kurdos considerados por Turquía como terroristas se retiraban de esta región. De hecho, el ejército turco hasta ahora ha creado unos 41 puestos de observación en el norte de Siria, lo que supone una gran molestia para el Estado sirio y Rusia.
En segundo lugar, al crear una fuerza 100% leal al Estado sirio, Rusia eliminará cualquier posibilidad de oposición en relación con sus actividades y los armamentos que está a punto de desplegar en la base de Qamishli. De hecho, la fuerza en cuestión también podrá apoyar al Ejército sirio en cualquier eventual choque con los ilegales ocupantes estadounidenses. El sitio web militar ruso Avia.Pro ha informado en dos ocasiones esta semana de “vuelos de reconocimiento” de los drones norteamericanos Poseidon no lejos de sus bases militares en Siria.
“Los vuelos regulares de aviones militares estadounidenses cerca de las bases militares rusas en el territorio de Siria habrían permitido al Ejército de EEUU obtener información valiosa, en particular, las frecuencias de radio utilizadas por los sistemas de defensa aérea rusos S- 400. Esta información hace posible el lanzamiento de ataques cibernéticos anti-radar, agrega el sitio, que cita a Yury Sitnik, miembro del Consejo de Altos Responsables de la Organización de Oficiales Rusos: “Existe el peligro de que se filtren tales datos. Una vez conocidas las frecuencias, se puede apuntar a instalaciones de radar, por ejemplo, o paralizar los sistemas de defensa aérea, o incluso crear lo que se llama “objetivos fantasmas”,” explicó un especialista citado por Avia.pro. “Un trabajo de reemplazamiento de los datos filtrados se impone”, añade el sitio.
Source: Press TV