Un documento de inteligencia de los EAU filtrado muestra que el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, ha estado siguiendo un “plan estratégico” destinado a debilitar al gobierno del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien ha adoptado una posición firme contra Riad en el tema del asesinato, patrocinado por el Estado saudí, del periodista disidente Yamal Khashoggi
Titulado “Informe mensual sobre Arabia Saudí, número 24, mayo de 2019”, el documento confidencial fue escrito por el Emirates Policy Center y obtenido por el portal de noticias Middle East Eye.
Él revela que Mohammed Bin Salman ha decidido enfrentarse a Turquía después del asesinato de Khashoggi, un crítico abierto del príncipe heredero al trono saudí. Khashoggi fue asesinado por un equipo de funcionarios de seguridad saudíes dentro del Consulado del reino en Estambul, Turquía, el 2 de octubre de 2018.
Ankara ha estado presionando a los saudíes, en vano, para que cooperen en una investigación sobre el crimen, que Erdogan dice que fue ordenado por las más altas esferas del poder saudí. La CIA concluyó que Mohammed Bin Salman ordenó el asesinato de Khashoggi, que fue brutalmente desmembrado dentro de la misión diplomática saudí.
Según el documento filtrado, el plan saudí implica una presión creciente sobre el gobierno de Erdogan, recortando las inversiones saudíes en Turquía y marginando o a Ankara en las organizaciones islámicas internacionales.
El plan busca utilizar “todas las herramientas posibles para presionar al gobierno de Erdogan, debilitarlo y mantenerlo ocupado con los problemas domésticos con la esperanza de que la oposición lo derroque o hacerle sufrir crisis tras crisis, y empujarlo a cometer errores que los medios de comunicación puedan detectar y así hasta lograr su caída”, indica el documento.
“El reino trataría de sabotear la economía turca y presionaría para lograr la terminación gradual de las inversiones saudíes en Turquía, la disminución gradual del número de turistas saudíes que visitan Turquía, con la creación de destinos alternativos para ellos, la disminución de las importaciones de bienes y productos turcos y, lo más importante, la toma de medidas para reducir el papel de Turquía en los asuntos islámicos”, agregó.
En junio, Agnes Callamard, relatora especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias y arbitrarias, presentó los resultados de su investigación de seis meses sobre el caso de asesinato de Khashoggi, respaldando las opiniones de Ankara sobre el asesinato y los hallazgos de la CIA.
En su informe de 101 páginas, dijo que hay “suficientes evidencias creíbles” que indica que el príncipe heredero saudí es el responsable del asesinato y, por lo tanto, debe ser investigado.
Bajo la campaña de Riad contra Ankara, el número de turistas saudíes a Turquía ha disminuido, mientras que el reino bloqueó las importaciones turcas y excluyó a Erdogan de una reciente cumbre de la Organización de Cooperación Islámica (OIC) en Meca.
Un alto funcionario turco, hablando de forma anónima, dijo que su país estaba al tanto de la estrategia saudí ya que el reino había pedido abiertamente un boicot contra Turquía.
“Es casi público, en la medida en que esto se puede ver en los contenidos de las redes sociales respaldadas por Arabia Saudí y los medios estatales saudíes”, dijo. “Las llegadas de turistas están disminuyendo, mientras que tenemos problemas relacionados con las exportaciones turcas a Arabia Saudí. Estamos siguiendo de cerca la situación”.
Source: Middle East Eye