Pocas horas después del fracaso del intento de golpe de EEUU en Venezuela, el presidente Trump envió un tuit amenazador a Cuba, en el que dijo que no dudaría en imponer “duras sanciones a La Habana, si no retira su milicia de Venezuela”. Esta amenaza dice mucho sobre la desesperación de los dirigentes estadounidenses ante el fracaso del nuevo intento fracasado contra el Estado venezolano. Revitalizado por el dúo Bolton-Abrams, Juan Guaido, expulsado de su cargo como Presidente del Parlamento a fines de marzo, intentó un nuevo golpe el martes por la mañana contra el Estado venezolano.
EEUU apostó principalmente por la deserción de los militares e incluso el ministro de Defensa. Pero nada de eso ha sucedido. Washington también quería causar derramamiento de sangre, un preludio necesario para una guerra civil. Sin embargo, los opositores han sido incapaces de promover un clima de violencia en el país.
El miércoles 1 de mayo, el presidente Maduro anunció que el Ejército había frustrado un intento de golpe de Estado liderado por un pequeño grupo de traidores entre los militares y dijo que la situación estaba bajo control.
En Twitter, el peón estadounidense, Juan Guaido, llamó al Ejército a unirse a su “golpe de estado” y a deponer al presidente Nicolás Maduro, y a los venezolanos a unirse a este movimiento. Sin embargo, la negativa de los comandantes del Ejército a seguir a Guaido fue categórica. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino, reafirmó su apoyo a Nicolás Maduro y señaló en Twitter que la totalidad del Ejército mostraba su lealtad al presidente, Nicolás Maduro.
El martes, Jorge Arreaza, ministro de Exteriores venezolano, apuntó con el dedo a EEUU por haber organizado el golpe de estado. Arreaza dijo por teléfono a Reuters que solo unos 30 soldados habían apoyado la intentona impulsada por Guaido. Él describió el golpe como “otro capítulo” en los intentos de EEUU de derrocar al gobierno del presidente Nicolás Maduro. “No es un intento de golpe de estado. Lo que sucede ha sido organizado directamente desde Washington, el Pentágono y el Departamento de Estado y por John Bolton. Ellos dirigieron directamente este golpe de estado y dan las órdenes a este hombre, Guaido”, señaló.
Irán, cuyos lazos con Venezuela son muy firmes, denunció el intento de golpe de Estado por medio de su portavoz de Exteriores. Rusia, que brinda apoyo militar y logístico a Maduro, denunció a la “oposición radical, que una vez más recurrió a violentos métodos de confrontación”.
En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia lamentó que los opositores “optaran por la opción de agravar el conflicto y provocar violaciones del orden público”.
El fracaso de este nuevo intento se deriva, según los analistas, del fuerte apoyo de los aliados al Estado y Ejército venezolanos. La experiencia siria también ha servido en gran medida a esta causa, ya que en Siria todo comenzó con la infiltración de milicianos extranjeros en las filas de los manifestantes anti-Assad. Cientos de agentes de la compañía estadounidense de mercenarios Blackwater han estado operando durante semanas en Venezuela para desestabilizar la situación allí. Pero esto no fue suficiente para poder hacer triunfar el golpe. El Ejército venezolano cuenta con el apoyo de los asesores militares de los países aliados y parece que hicieron un buen trabajo, señalan los analistas.
Source: Press TV