Los ministros de Exteriores de Alemania, Francia y Reino Unido anunciaron el 31 de enero un mecanismo de pagos para facilitar las transacciones financieras entre las empresas europeas e iraníes (Instex), evitando las sanciones estadounidenses. El secretario general de la Cámara de Comercio germano-iraní, Michael Tockuss, dio más detalles a Sputnik.
Los titulares de Exteriores dieron más detalles sobre el Instrumento de Apoyo a los Intercambios Comerciales —Instex, por sus siglas en inglés— desde Bucarest (Rumanía). El instrumento se define a sí mismo como ‘sociedad europea’, y su tarea será ‘sortear el dólar’ para seguir comerciando con Teherán y, así saltarse también las sanciones de Washington.
Por ahora, señala Tockuss, se sigue concretando los detalles a nivel europeo sobre cómo funcionará el mecanismo.
“Pongo un ejemplo típico: una empresa italiana cualquiera importa algo de Irán y debe, de alguna forma, pagarle. Y por otra parte tenemos a una compañía alemana cualquiera interesada en exportar materiales o maquinaria a Irán. [Con Instex] no sería necesaria una transacción monetaria internacional. El pago se realizaría solo entre Irán y Europa”, explica.
Tockuss está convencido de que, si se hacen las cosas bien, “la idea funcionará”. El envío a Irán de productos de primera necesidad, como medicinas, aparatos médicos o productos de alimentación solo será el primer paso, señala. Para él, “lo decisivo es que creemos las mejores condiciones para comerciar con la producción industrial”.
Lo que no hará Instex será compensar económicamente o proteger a las empresas que hayan sido afectadas por las sanciones estadounidenses. Algo a lo que quita importancia, ya que para las pequeñas y medianas empresas —y entre Alemania e Irán son entre 5.000 y 7.000 las que están involucradas— el peligro de situarse en el punto de mira de EEUU es “significativamente pequeño”.
Añade que las grandes compañías que se fueron de Irán no lo hicieron por motivos de financiación, sino porque fueron presionadas directamente por EEUU o porque temían dañar sus intereses aal otro lado del Atlántico. Factores que no afectan a las pymes. “Para la mayoría de esas empresas no existe ese riesgo”, insiste Tockuss.
Incluso el Reino Unido, acostumbrado a seguirle el juego a EEUU, podría ver interesante el participar en esta iniciativa, ya que, como señala Tockuss, “en el Reino Unido hay toda una serie de negocios especializados, por ejemplo, en el comercio de cereales”..
Los estadounidenses parten de que las empresas europeas interesadas en el comercio con Irán les tendrán miedo. Pero en la práctica desde EEUU por ahora solo pueden influir en las grandes corporaciones”.
Tockuss revela a Sputnik que en los pasillos del Ministerio de Exteriores de Berlín ya se comenta que el Instex podría ampliarse y aplicarse a otros países, ya sea por sanciones o simplemente porque, evitando al dólar, se ahorra en divisa. Si la idea sale bien, “este mecanismo se podría extender a otros países”, concluye.
Source: Sputnik