La victoria del ex guerillero iraquí Muqtada Sadr supone un contundente fracaso de la guerra iniciada por EEUU en Iraq con el objetivo de crear un ‘Estado a su medida’ en Oriente Medio. El ex diplomático canadiense Patrick Armstrong explicó a Sputnik por qué la elección de Sadr es una auténtica bofetada para EEUU.
Tal y como destaca el exdiplomático, puede que sí se haya creado un nuevo país, “pero no es el que quería Washington”.
Al fin y al cabo, Sadr se hizo famoso al organizar el Ejército de Mahdi, que desde 2004 se convirtió en un auténtico quebradero de cabeza para EEUU por sus acciones de guerra de guerrillas contra las fuerzas de la coalición.
Por lo tanto, la política ‘neocon’ de Washington no solo no logró controlar Iraq y reducir la influencia regional de Irán, sino que consiguió todo lo contrario, aseguró el exdiplomático.”[La victoria de Sadr] pone de manifiesto el hecho de que, al final, la intervención [de la coalición] en el área le dio a Irán más influencia de la que hubiera tenido por su propia cuenta”, explicó.adr fundó su coalición electoral después de las elecciones de 2014 y aprovechó el caos y el descontento popular con la política parlamentaria de Iraq.
Dada la visión política del ex guerrillero, a partir de ahora “Washington tendrá dificultades a la hora de influir en la política iraquí,” declaró al medio ruso Expert el politólogo del Centro ruso de Estudios Árabes Vladímir Isáyev.
Armstrong no es el único en hacer esta lectura de la victoria de Muqtada Sadr en Iraq.
El director del Centro Institucional Independiente para la Paz y la Libertad, Ivan Eland, también considera que los resultados de las elecciones en Iraq son un duro golpe para la estrategia de EEUU en el país.
Según el experto, el objetivo de Washington era desarrollar un sistema político democrático en Iraq, algo que solo era ‘válido’ si el Gobierno iraquí recibía la aprobación de EEUU.
“Normalmente, la política exterior de EEUU apoya la democracia hasta que el pueblo de un determinado país elige a un líder que no es amigo de EEUU. O sea, EEUU suele preferir a un líder amistoso antes que a uno elegido democráticamente”, concluyó Eland.
Source: Sputnik