El Pentágono confirmó el viernes que un soldado norteamericano y un británico de la coalición encabezada por EEUU murieron en un ataque con un artefacto explosivo improvisado (IED), que explotó al paso del vehículo donde viajaban, en Siria, la primera vez que esto sucede en 2018.
Otros cinco militares resultaron heridos en el incidente que ocurrió en la noche del viernes, según un comunicado oficial que no detalla el lugar, aunque medios estadounidenses informaron que fue en Manbij, cerca de la frontera siria con Turquía, donde operan agrupaciones kurdas apoyadas por Washington.
Los nombres de los muertos y heridos se darán a conocer cuando las autoridades nacionales respectivas lo decidan, además de otros detalles que se publicarán tras concluir la investigación sobre este hecho.
Antes de este último suceso, un total 11 militares norteamericanos murieron en actividades no combativas de apoyo a la lucha contra el Daesh en Iraq y Siria este año, incluyendo siete efectivos de la Fuerza Aérea que murieron al caer un helicóptero en territorio iraquí.
De acuerdo con el diario Stars and Stripes, el militar norteamericano que falleció en el ataque del viernes es el cuarto que muere en suelo sirio desde que Washington desplegó ilegamente unidades en áreas del norte de esa nación a finales de 2014.
Por su parte, el Ministerio de Defensa británico ha confirmado la muerte de un militar de esa nacionalidad en el ataque llevado a cabo en Siria.
Manbij está bajo la amenaza de un ataque militar turco contra los milicianos kurdos sirios del YPG, a los que Ankara ve como terroristas. Esta operación, si se realiza, podría llevar a un choque del Ejército turco y sus aliados con las fuerzas norteamericanas.
Un portavoz militar estadounidense, el coronel Ryan Dillon, no pudo decir quién estaba detrás del ataque contra las fuerzas norteamericanas y británicas, que están desplegadas de forma ilegal en Siria, porque no cuentan con el permiso del gobierno sirio para su presencia.
Source: Diversas