La oposición siria es incapaz de derrocar al presidente Bashar al Assad, aseguró el director de Inteligencia Nacional de EEUU, Dan Coates.
El equilibrio de poder en Siria ha cambiado a favor de las fuerzas gubernamentales, lo que ha llevado a reforzar los roles de Rusia e Irán en Siria, señaló.
En agosto del pasado año, el diario árabe Zaman al Wasl informó de que los Emiratos Árabes Unidos harían pedido a EEUU y algunos países europeos que dejaran de respaldar a la oposición siria y apoyaran en su lugar al presidente Bashar al Assad porque la oposición siria está ahora compuesta por yihadistas o está bajo su control.
En este desfavorable contexto, Jalid al Mahamid, un miembro de la delegación de la oposición siria en Ginebra, dijo en una entrevista con el diario que “la guerra en Siria ha terminado si atendemos a los hechos sobre el terreno y el campo de batalla”.
Este reconocimiento de la derrota sobre el terreno fue considerado como “chocante” por el grupo de Riad (autodenominado Alto Consejo Negociador), una de las facciones de la oposición siria, que decidió separar a Mahamid de la delegación negociadora y expulsarle del grupo.
El Alto Comité Negociador sigue apoyando al llamado Ejército Sirio Libre, que sigue luchando supuestamente contra las fuerzas del Ejército sirio. Sin embargo, este grupo ha desaparecido de la mayor parte de campos de batalla de Siria en favor del Frente al Nusra y otros grupos extremistas.
Como fruto de esta situación, el presidente norteamericano, Donald Trump, dio el pasado año la orden al director de la CIA, George Pompeo, de que pusiera fin al programa de la agencia dirigido a entrenar y armar al ESL. Tal decisión fue justificada señalando que este programa era caro (costaba unos 1.000 millones de dólares) e inefectivo, ya que el ESL nunca ha sido una fuerza real de combate.
Source: Periódicos