Algunos días después de que se produjeran manifestaciones en varias ciudades iraníes, una investigación llevada a cabo por las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia ha arrojado luz sobre los autores de los disturbios violentos en Irán.
Ellos señalan que el martes por la tarde elementos del grupo terrorista Organización de los Muyahidin Jalq se habían infiltrado entre los manifestantes en Durud (provincia de Lorestán).
Estos individuos pertenecen a un grupo de unos cincuenta agitadores que han estado operando secretamente desde hace dos semanas en diversos barrios de la ciudad. El sábado, después de que las fuerzas del orden recibieran la consigna de no intervenir, algunos de ellos atacaron un camión de bomberos y obligaron a su conductor a bajar del mismo.
El camión se dirigió a una pendiente antes de ser abandonado. Luego, el vehículo descendió por la misma antes de estrellarse contra un automóvil estacionado al borde de la carretera con dos pasajeros a bordo: un hombre y su hijo que fueron aplastados.
Para los miembros de la Inteligencia de Lorestán, el incidente es una reminiscencia de los métodos terroristas utilizados por el Daesh en Francia y especialmente en Niza, donde un camión atropelló a la multitud el 14 de julio de 2016, matando a 86 personas.
La policía procedió al arresto de varios sospechosos tras el ataque llevado a cabo con el camión.
El domingo por la noche, el presidente Rohani comentó los acontecimientos de los últimos días y dijo que se debe respetar el derecho “constitucional” de todos los iraníes a expresar sus demandas, pero existe una clara diferencia entre la violencia y las demandas sociales. La infiltración de los “elementos bien organizados” también ha dado lugar a escenas de violencia inéditas: en una de ellas, un individuo intentó atacar a las fuerzas policiales con un cuchillo y en otro incidente un policía fue muerto por el disparo de una escopeta.
Durante los interrogatorios de los detenidos, los alborotadores reconocieron sus vínculos con el grupo terrorista de los Muyahidin Jalq (MKO). Este grupo, que organizó diversos atentados en Irán en los años ochenta y que han sido clasificados por la policía alemana como una secta que presta culto a sus líderes, organizó el domingo una manifestación en París, a la que acudieron una cuarenta personas. Su cuartel general se encuentra en un suburbio de la capital francesa y resulta evidente que el grupo disfruta del favor de las autoridades francesas, a pesar de que ella se hallaba en la lista de organizaciones terroristas de la UE hasta el año 2008 y en la estadounidense hasta 2012.
La presencia del MKO en París podría tener una influencia negativa en la próxima visita del presidente francés, Emmanuel Macron, a Irán.
Source: Press TV