La pasada semana, el ministro de Exteriores alemán, Sigmar Gabriel, dijo que el orden mundial está cambiando y que la era del dominio norteamericano estaba terminando progresivamente bajo la Administración de Donald Trump. Al mismo tiempo, él aseguró que Berlín tenía que proteger sus intereses, incluso aunque ello signifique plantar la cara a Washington.
“La dominación global de EEUU está lentamente convirtiéndose en historia”, dijo el alto diplomático alemán en un discurso pronunciado el pasado 5 de diciembre en el Foro de Política Internacional de Berlín.
Gabriel señaló además que “la retirada de EEUU bajo Donald Trump de su papel de garante del multiculturalismo occidental acelera un cambio en el orden mundial con repercusiones inmediatas para los intereses alemanes y europeos”.
Él dijo que Alemania y los otros países europeos ya no pueden “simplemente reaccionar a la política estadounidense” y añadió que Berlín debe crear su propia posición. Él añadió que incluso después de que Trump abandone la Casa Blanca, las relaciones entre Washington y Berlín nunca serán las mismas.
“EEUU ya no ve el mundo como una comunidad global sino como una arena de lucha donde todo el mundo tiene que buscar su propia ventaja”, añadió Gabriel, que animó a los líderes europeos a reforzar el bloque de la UE en un momento en el que EEUU se retira del escenario internacional.
“Tenemos que definir nuestras propias posiciones y, si es necesario, establecer líneas rojas basadas en nuestros propios intereses”, afirmó.
Trump ha irritado a Berlín al negarse a certificar el cumplimiento del acuerdo nuclear por parte de Irán y su abandono del acuerdo sobre el cambio climático de París. Los alemanes también creen que el reconocimiento de Al Quds como capital del régimen israelí por parte de Trump es un acto irresponsable que crea un caos en el mundo en lugar de promover la estabilidad.
Un reciente sondeo en Alemania mostró también que una mayoría de alemanes consideran a Rusia como un socio más fiable que EEUU, lo cual supone un gran cambio que menoscaba la Alianza Atlántica.
El sondeo muestra que los alemanes confían más en Vladimir Putin que en Donald Trump, en lo que se refiere a tomar decisiones en la arena internacional.
Desde la llegada al poder de Trump en EEUU, los productos “Made in USA” son cada vez menos apreciados en todo el mundo.
Source: Agencias