El primer día de la huelga general registró una amplia respuesta en las zonas predominantemente alauíes, en particular en la Gobernación de Latakia y sus alrededores, Jableh y sus alrededores, Banias, Tartus, Safita, Dreikish y Sheij Badr, además de la zona rural de Masyaf y algunos barrios de la ciudad de Homs y sus alrededores. Allí, un gran número de residentes se comprometió a cerrar sus comercios y a abstenerse de realizar sus labores diarias en respuesta al llamamiento del jefe del Consejo Supremo Islámico Alauí, Sheij Gazal Gazal, a una huelga de cinco días.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos señaló que, al entrar la huelga en su segundo día, la relativa paralización de la actividad comercial y los mercados continuaba, en medio de una calma general en la mayoría de las zonas que respondieron al llamamiento, mientras que el alcance de la participación se ampliaba significativamente, según los indicadores de campo.
Medidas del gobierno para contrarrestar la huelga
En contraste, las instituciones educativas y los departamentos gubernamentales de la costa siria han endurecido sus procedimientos para hacer frente a la huelga, mediante circulares que obligan a los empleados a trabajar jornada completa bajo pena de sanciones que pueden llegar al despido, además de impedir la concesión de permisos o pasar por alto las ausencias, en un intento por contener la expansión de la huelga.
La información del Observatorio indica que se enviaron cartas calificadas de “incendiarias” a los empleados de algunas instituciones oficiales para instarlos a cumplir con el horario laboral, pero su impacto fue limitado, especialmente a la luz de la amplia participación registrada durante los dos primeros días.
La continuación de la huelga, a pesar de la creciente presión administrativa, demuestra el alcance del descontento popular en las regiones costeras, en medio de dudas sobre la capacidad de las autoridades para contener esta situación en los próximos días del período de huelga anunciado.
Source: Al Akhbar



