Una semana después de su fracaso militar contra los combatientes de Hezbolá en el campo de Arsal, el Frente al Nusra, vinculado a Al Qaida, y su líder, Abu Malek al Talli, han sufrido una nueva derrota, esta vez política.
El martes, Hezbolá rechazó las nuevas condiciones impuestas en las horas anteriores por Al Tali, que exigió al gobierno libanés la liberación de más terroristas. Hezbolá amenazó entonces con recurrir a la opción militar en caso de fallo de la implementación de la última fase del acuerdo, que estuvo supervisada por el jefe de la Seguridad General, general Abbas Ibrahim.
El acuerdo prevé la evacuación de los terroristas de Al Nusra y sus familias del campo de Arsal a cambio de la liberación de ocho combatientes de Hezbolá. Unas 7.700 personas en total, incluyendo a 1.116 terroristas de Al Nusra, serán expulsadas del territorio del Líbano hacia la provincia siria de Idleb.
Los terroristas incendiaron el miércoles por la mañana sus cuarteles en Wadi Hamayed, Al Malahi y el campo de Al Batun antes de subir a los autobuses encargados de transferirlos hacia el feudo del Frente al Nusra en Siria, dijo un comandante de Hezbolá a Al Manar.
Tres combatientes de Hezbolá liberados
En la noche del martes al miércoles, el Frente al Nusra liberó a tres combatientes de Hezbolá a cambio de tres presos sirios de prisión de Rumieh. Dos de ellos aún no habían sido juzgados y el tercero había cumplido ya su condena.
Las negociaciones fueron complicadas desde el momento en que el grupo terrorista planteó nuevas exigencias.
Abu Malik al Tali exigió entonces la liberación o evacuación de veinte militantes y partidarios de su grupo, incluyendo el terrorista Shadi Maulawi, buscado por el Ejército y escondido en el campo palestino de Ain el Hilweh. Shadi Maulawi participó en los enfrentamientos en Trípoli 2014. Al Tali también exigió la liberación de los terroristas detenidos en Rumieh e implicados en el secuestro de soldados libaneses en el campo de Arsal el 2 de agosto de 2014, de los cuales dos fueron asesinados.
Para el general Abbas Ibrahim, estas dos condiciones eran inaceptables, según informó el diario libanés francófono OLJ. El jefe de la Seguridad General visitó a altas horas de la noche Wadi Hamayed para supervisar el intercambio de prisioneros sobre el terreno y reveló a la prensa que había informado al Frente al Nusra que sus demandas no se aceptarían y le dio un ultimátum que expiraba en la medianoche para volver al acuerdo original.
“La entrega de los militantes que se hallan en el campo de refugiados de Ain el Hilweh estaba fuera de cuestión, así como la liberación de presos cuyas manos están manchadas con la sangre de los soldados libaneses, ya que esto afectaba a la dignidad del Estado libanés. Abu Malik al Tali comprendió que la cosa iba en serio y que el Estado y Hezbolá no iban a hacer más concesiones. O lo tomas o lo dejas. El lo entendió y, finalmente aceptó volver al acuerdo inicial”, dijo una fuente de Hezbolá.
Cinco combatientes de Hezbolá detenidos desde 2015 por el Frente al Nusra en Siria serán liberados después de la llegada en autobús de los militantes a Idleb.
El acuerdo prevé también la evacuación de los combatientes del grupúsculo Brigadas Ahl al Sham y sus familias hacia el Qalamún sirio. Su número se eleva a unos 3.000.
Source: Al Manar