La construcción por Israel de asentamientos en los territorios palestinos ocupados es fuente de violación de los derechos humanos y atiza el conflicto regional, advirtió el lunes la ONU.

La construcción por Israel de asentamientos en los territorios palestinos ocupados es fuente de violación de los derechos humanos y atiza el conflicto regional, advirtió el lunes la ONU.

La alta comisionada adjunta de la ONU para los Derechos Humanos, Flavia Pansieri, presentó en Ginebra seis documentos sobre el tema al Consejo de Derechos Humanos, que celebra del 2 al 27 de marzo su 28 sesión regular.

De acuerdo con la funcionaria, el establecimiento y la expansión de los asentamientos israelíes en Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, limitan las libertades y fragmentan la vida de los palestinos.

Asimismo, lastra el derecho del pueblo árabe a la autodeterminación, que es una cuestión clave para alcanzar la solución de los dos estados, señaló.

Pansieri precisó en la presentación de los documentos que entre los mismos están reportes del Secretario General y el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, relacionados con los asentamientos y la situación de los derechos humanos en los territorios ocupados desde 1967.

Ambos han realizado durante años recomendaciones constructivas, la mayoría de ellas ignoradas, mientras el conflicto sigue destruyendo vidas humanas y la dignidad de las personas, lamentó.

Según la diplomática italiana, el Secretario General y el Alto Comisionado también han mostrado preocupación por el excesivo uso de la fuerza por las tropas israelíes, con saldo de muertos y heridos.

Respecto a la Franja de Gaza, Pansieri subrayó en Ginebra que ese territorio fue en el verano pasado escenario de la tercera escalada de la violencia en los últimos siete años.

Israel lanzó entonces bombardeos aéreos e incursiones terrestres durante 50 días contra Gaza, donde murieron más de 2.100 palestinos, 11.000 resultaron heridos y medio millón desplazados.

El conflicto reiteró las interrogantes sobre las obligaciones de Tel Aviv bajo las leyes humanitarias internacionales, en particular la necesidad de diferenciar a civiles de combatientes y del apego al principio de la proporcionalidad, dijo.

La alta comisionada adjunta de la ONU para los Derechos Humanos estimó que la actual situación "no favorece a nadie, porque coloca a las partes en permanente tensión y riesgo de más violencia".

Naciones Unidas demanda el reinicio de negociaciones que lleven a un paz duradera, solo alcanzable bajo la solución de los dos estados, con fronteras internacionalmente reconocidas.