19-04-2024 02:00 PM Tiempo de Jerusalén

Nueva embajadora de EEUU en Líbano quiere “paralizar” a Hezbolá

Nueva embajadora de EEUU en Líbano quiere “paralizar” a Hezbolá

Elizabeth Richard, de 65 años, ha sido nombrada nueva embajadora de EEUU en el Líbano, donde asumió el cargo la pasada semana.

Elizabeth Richard, de 65 años, ha sido nombrada nueva embajadora de EEUU en el Líbano, donde asumió el cargo la pasada semana. Ella conoció el Líbano en 2007, cuando participó en una iniciativa norteamericana para entrenar a las Fuerzas de Seguridad Interna y armarlas. En su primer mensaje ella afirmó que “el Líbano trabaja para salvaguardar su seguridad y construir fuertes instituciones de gobierno”.

Ella fue más clara, sin embargo, en su testimonio ante el Congreso después de que fuera nominada para el puesto hace varios meses. Ella presentó entonces su agenda real, mencionando los “principales” problemas del Líbano, que venían a resumirse en uno: la Resistencia, a la que dijo que intentaría “paralizar”.

Richard dejó claro que quería luchar contra uno de los partidos libaneses, que está representado en el Parlamento y que participa en el gobierno. Ella dijo que no quería “permitir que Hezbolá se introduzca en el sector bancario libanés” porque esto era “del interés del Líbano y EEUU”. Ella se inmiscuyó así en un tema interno libanés, incluso antes de tomar posesión del cargo.

Por supuesto, Israel estuvo ausente de su lista de amenazas a las que hace frente el Líbano. Para ella, la amenaza era sólo Hezbolá. “Las actividades de Hezbolá en Siria crean una seria amenaza de seguridad para el Líbano”, dijo la embajadora, que añadió que el Ejército libanés era “el único legítimo protector del Líbano”, refutando así la fórmula libanesa de Ejército-Pueblo-Resistencia, que es apoyada por la mayoría de los libaneses. Ella manifestó en el Congreso que “Hezbolá fue a Siria a pesar de la voluntad de la mayor parte de de los libaneses”, un hecho que está lejos de la realidad, ya que la mayoría de los libaneses consideran, según las encuestas, que la lucha de Hezbolá en Siria ha impedido la extensión del terrorismo takfiri al Líbano.

Normalmente, los diplomáticos occidentales se quejan de que no pueden entender bien los acontecimientos en el Líbano y de la complicada estructura social, sistema económico y escenario político del país. Sin embargo, parece que Elisabeth Richard no sufre este problema. Su visión es clara y su objetivo simple: atacar a la Resistencia libanesa, a su partido, a sus seguidores y a sus finanzas, utilizando para ello cualquier posible instrumento.

Más le valdría a Richard escuchar al presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, que dijo recientemente que el Acta norteamericana que impone sanciones financieras contra Hezbolá va dirigida contra todos los shiíes, que constituyen un tercio de la población del Líbano, y no sólo contra el partido.

Berri dijo al secretario de Estado adjunto del Tesoro de EEUU, Daniel Glaser, en una entrevista que el Movimiento Amal coopera de forma armoniosa con Hezbolá en todos los niveles políticos y sociales. “Dominamos de forma conjunta más de 200 consejos municipales”, dijo al responsable norteamericano. La fuerza unida de los dos movimientos representa a la totalidad de los shiíes, un colectivo demasiado poderoso como para que Richard lo pueda afrontar.

Berri advirtió que a Glaser que EEUU debe respetar las leyes financieras libanesas, que se muestran de acuerdo con los estándares bancarios internacionales. En resumen, el Líbano no permitirá a nadie pisar su soberanía ni sus principios, ni siquiera a la nueva flamante embajadora de EEUU.